La Habana, 10 may (ACN) La Habana amaneció hoy envuelta en un ambiente festivo y emotivo, cuando cientos de corredores se congregaron frente a la embajada rusa para participar en la nueva edición de la Carrera de la Amistad Cuba-Rusia, un evento que celebra la fraternidad entre ambos pueblos.
Desde tempranas horas, la céntrica 5ta. Avenida se transformó en un río humano que fluyó con entusiasmo y energía; banderas de Cuba y Rusia ondeaban al ritmo de consignas de amistad.
El campanazo de salida retumbó en el aire, y los pasos de los andarines resonaron con el eco de la historia compartida, recordando el aniversario 65 del restablecimiento de relaciones diplomáticas y el 80 de la victoria sobre el fascismo.
Durante el trayecto, el espíritu de hermandad se hizo palpable en cada zancada; familias completas, veteranos y jóvenes corrieron lado a lado, simbolizando el legado de lucha y cooperación que une a ambas naciones.
El calor no amilanó a los corredores, que con sonrisas y gestos de aliento avanzaban por el circuito de unos cuatro kilómetros marcado con banderines de ambos países.
Los primeros 600 participantes recibieron regalos, símbolo del triunfo del esfuerzo colectivo.
Entre aplausos y vítores, los organizadores destacaron el impacto social de la carrera.
Carlos Gattorno, líder de la Comisión Nacional de Carreras y Caminatas Marabana-Maracuba, elogió la integración lograda: “Este evento no solo fortalece la amistad cubano-rusa, sino que también fomenta la práctica deportiva como herramienta de unidad entre los pueblos”.
El embajador ruso en Cuba, Víctor Koronelli, se mostró visiblemente emocionado, destacando la perseverancia de los corredores y la vigencia de los lazos históricos entre ambos pueblos: “Hoy hemos corrido juntos por la memoria y el futuro. Esta victoria es de todos”.
La nueva edición de la Carrera por la Amistad dejó una huella indeleble en La Habana, que vibró al ritmo de la solidaridad y el compromiso común.
Una vez más, el deporte sirvió como puente entre culturas, recordando que la amistad, al igual que los kilómetros recorridos, se forja con cada esfuerzo compartido.