Guantánamo, 28 nov (ACN) El sol brilla tímidamente sobre Boca de Yumurí, perteneciente al Consejo Popular Mata-Guandao, ubicado en el litoral costero norte, carretera a Maisí, donde Alexis Leiva Machado, más conocido como Kcho, tiene instalado su “cuartel general”
El artista de la plástica se encuentra inmerso en la recuperación del lugar por donde entró el huracán Oscar a Cuba, y por consiguiente, una de las zonas más afectadas, la cual recibió el impacto de los fuertes vientos, con rachas de hasta 160 kilómetros por hora e inundaciones provocadas por el mar, ríos y cañadas.
La de Kcho es una labor que trasciende el arte, junto a la brigada Marta Machado, un grupo que ha evolucionado a lo largo de 16 años, y que se dedica a reconstruir comunidades devastadas por desastres naturales.
"Desde el 2008 hemos estado presentes en cada evento meteorológico en Cuba, y el terremoto en Haití", comenta y su voz resuena con la fuerza y la pasión de quien ha hecho de la solidaridad su misión.
"Lo que empezó como una brigada artística se ha transformado en un equipo que soluciona problemas reales de la gente, con nuestro slogan 'Te pongo el techo, pinto un cuadro y te canto una canción...", buscamos no solo embellecer, sino también ofrecer soluciones concretas", explica.
Es evidente que su compromiso va más allá de la simple reconstrucción, se trata de un acto de amor hacia la comunidad.
"Estamos aquí desde el 27 de octubre pasado, trabajamos en la recuperación de las escuelas y casas afectadas por el huracán Oscar", refiere Kcho y subraya que la brigada Marta Machado está compuesta en su mayoría por oriundos de la zona de Yumurí, quienes han estado a su lado durante casi una década, son el corazón de este colectivo, después de cada ciclón o huracán, siempre están dispuestos a ayudar", remarca.
"Generalmente radicamos en Pinar del Río, donde construimos una finca de autoconsumo, y gracias a ella nos abastecemos gastronómicamente", explica.
Advierte que financian sus propios materiales y siempre llegan preparados a los lugares; ya mandé a buscar más madera a Pinar del Río porque no podemos quedarnos esperando por ayuda, ya arreglamos la escuela Abraham Lincoln aquí en Boca de Yumurí y la Bonifacio Byrne, queremos dejar esta comunidad hermosa, es una deuda con ellos".
Conmueve escuchar cómo cada acción está impregnada de un profundo sentido de responsabilidad; Kcho tiene claro que cada pared que levantan es un tributo a la dignidad de las personas que habitan ese sitio hermoso.
"No escatimamos en los esfuerzos, si hacemos algo, lo hacemos bien, porque lo barato sale caro", añade.
El artista no solo busca restaurar estructuras físicas; también anhela restañar la esperanza, "la gente merece este apoyo, ellos forman parte de esto", concluye con una mirada intensa y en sus palabras se percibe el deseo genuino de retribuir a quienes le han brindado su confianza y abrigo durante todos estos años.
Mientras el viento sopla suavemente entre los árboles de Yumurí, y el Sol a lo lejos se esconde, queda claro que el arte y la solidaridad pueden entrelazarse en un esfuerzo colectivo por reconstruir no solo casas, sino también vidas.