La Habana, 20 feb (ACN) La Sala Hugo Chávez de la fortaleza San Carlos de la Cabaña volvió este jueves a lanzar un canto de paz y en contra de la hegemonía que el gobierno norteamericano pretende imponer a toda costa en el mundo, a cargo de la editorial Trinchera, de Venezuela.
Esa casa hacedora de libros radica en Caracas, pero propone textos para toda Latinoamerica, posee un fondo de más de 30 mil títulos y se especializa en el pensamiento crítico, movimientos sociales y narrativas.
De la mano de Amílcar Figueroa, reconocido politólogo e historiador venezolano, fueron presentados dos libros que reflejan las luchas de los pueblos por la independencia, su resistencia anticolonial y el antimperialismo.
Tres pilares de la resistencia puertorriqueña del siglo XX, de Sergio Rodríguez Gelfenstein, es un texto que al decir de Figueroa presenta tres entrevistas a personalidades que ni siquiera pertenecen a la misma generación, pero coinciden en la política desesperada del imperio por mantener su hegemonía en Puerto Rico.
Presente en la sala, Salvador Tio Fernández, abogado y analista de la nación caribeña, aseguró que cada vez es más marcada la injerencia de Estados Unidos en la pequeña isla y la calificó como una “catástrofe tranquila” pues los norteamericanos no quieren soltar a Puerto Rico.
El intelectual refirió que tuvo que viajar de su país a Estados Unidos para poder llegar a Cuba, pues no es posible hacerlo directamente, lo que demuestra que Puerto Rico no es un Estado ni libre, ni asociado.
A pesar de tantos años de lucha, “no está muerto Puerto Rico, se está fortaleciendo el movimiento independentista y vamos a vencer” aseguró el abogado egresado de la Universidad de Harvard.
El otro texto: Palestina desde las epistemologías del Sur, de Jorge Ramos Tolosa, fue comentado por el periodista Walid Ahmad, recordando los miles y miles de muertos bajos las bombas sionistas y los mutilados y heridos, entre ellos, ancianos, mujeres y niños, víctimas del gran genocidio que allí se comete ante los ojos del mundo.
En ese texto expresa el autor: “Existen innumerables injusticias. Pero Palestina es la mayor injusticia que he visto con mis propios ojos. Por eso me dedico a ella, para intentar contribuir a que deje de serlo. Para intentar contribuir a que todas y cada una de las personas palestinas, generación tras generación, dejen de tener que experimentar lo que es perder a alguien bajo las armas o los bombardeos de quienes les arrebataron y les siguen arrebatando su tierra”.
La historia de la ocupación ilegal y la lucha del pueblo palestino se narra en el libro, los refugiados que lo han perdido todo, el asesinato de familias enteras, una verdad cruel que ocurre desde hace mucho tiempo ante los ojos del mundo, se pone al descubierto.