La Habana, 24 jul (ACN) La siembra a gran escala de la variedad de arroz Ginés LP-18 en el Programa Conjunto Cuba-Vietnam para la producción de arroz confirmó su alto potencial productivo. La semilla cubana, resistente a la salinidad de los suelos y a la sequía, arrojó rendimientos superiores a las siete toneladas por hectárea, reportó el diario Granma.
Este resultado es similar al logrado con las variedades híbridas vietnamitas, también utilizadas en el marco del proyecto. El doctor en Ciencias Miguel Ángel Ramírez, director de la Unidad Científico Tecnológica de Base (UCTB) Los Palacios, afirmó que se demuestra el potencial de las variedades cubanas. La UCTB Los Palacios, junto al Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, participó en la obtención de la Ginés LP-18.
Ramírez detalló que, de las más de 150 hectáreas sembradas en una primera cosecha del programa Cuba-Vietnam, 61 correspondieron a la Ginés LP-18. Los altos rendimientos se lograron empleando menos cantidad de semillas de lo tradicional en el país.
La doctora en Ciencias Noraida de Jesús Pérez, integrante del equipo de obtención de la variedad, explicó que los campos arroceros cubanos no suelen estar bien nivelados. Esto provoca charcos y lomas, afectando la germinación y requiriendo mayor cantidad de semilla.
Las labores de nivelación en las áreas del proyecto con Vietnam permiten cubrir las mismas extensiones de tierra con menos granos. Pérez indicó que, si bien Cuba usaba 120 kilogramos por hectárea, la parte vietnamita redujo esa cantidad.
La investigadora destacó que los híbridos vietnamitas mostraron muy buenos rendimientos, y la variedad cubana se comportó de manera similar. Estos resultados de la Ginés LP-18 confirman que los cultivares cubanos pueden aportar mucho más a la producción.
Noraida de Jesús Pérez concluyó que el principal desafío del programa arrocero cubano radica en la escasez de insumos y la falta de disciplina tecnológica para el manejo adecuado del cultivo.