Camagüey, 8 mar (ACN) La versatilidad de las mujeres camagüeyanas, su capacidad para movilizar, tocar con la mano los problemas y calar en el alma de los demás, constituyen atributos dignos de admirar en tiempos como los que vive hoy la nación.
Entre las páginas más memorables escritas por ellas, está la huella de Nieves López Ruíz, quien dedicó 45 años a los órganos del Poder Popular como delegada de la circunscripción 30 del consejo popular Las Parras, en el municipio de Florida.
Basta solo con preguntarle qué significó esa experiencia en su vida para que afirme con total seguridad que fue un privilegio representar al pueblo.
En su trayectoria como delegada, comentó, influyó mucho su formación como maestra, pues para ambas labores resulta imprescindible la preparación político-ideológica.
Con orgullo y nostalgia recuerda sus asambleas de rendición de cuenta, espacios que no han perdido su esencia ni siquiera en medio de tantas carencias, porque la participación colectiva en la solución de los planteamientos sigue siendo un pilar esencial.
No obstante, insistió en que hay que convocar más al pueblo para protagonizar trabajos voluntarios que permitan remodelar obras de impacto social como un consultorio, una escuela o bodega.
Sin embargo, considera que nada de eso es posible sin el liderazgo del delegado, el cual, a su juicio, debe ser abanderado de la humildad y permanecer desvelado siempre por los problemas que aquejan al pueblo que lo eligió.
Entre esa generación de fundadores de los órganos del Poder Popular se inscribe el nombre de Francisca León Bermúdez, delegada por 46 años de la circunscripción 24 en la comunidad de Palmarito en Vertientes.
A sus 83 años de edad recuerda con añoranza esa etapa en la que dejaba poco tiempo para la familia y dedicaba más horas a la atención al pueblo, a sus problemas y a tratar de satisfacer de alguna manera sus inquietudes.
Quizás por eso asegura que cuando escucha la transmisión de alguna sesión de la Asamblea Municipal del Poder Popular por la radio, siente que su corazón está ahí donde muchas veces se le escuchó exigir, defender, reconocer o soñar con lo verdaderamente justo y necesario para el pueblo.