Camagüey, 27 ene (ACN) Acompañada por el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, Héroe de la República de Cuba, la juventud camagüeyana, heredera del profundo antimperialismo de José Martí, prendió las antorchas en una histórica marcha para demostrar su respaldo al proyecto de nación, martiano, fidelista y socialista, que se construye en Cuba.
Junto a las máximas autoridades del Partido Comunista de Cuba y el Gobierno en el territorio, los hijos de Agramonte recorrieron céntricas calles de la ciudad de Camagüey, convencidos de que los "árboles han de ponerse en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas", y repudiar así la política hostil de la nueva administración norteamericana contra la isla.
Mareen Claudia Cuevas Speck, vicepresidenta de la Federación Estudiantil Universitaria en la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, ratificó que esta es una generación seguidora de las ideas del Maestro, un hombre que se lanzó a unificar a los cubanos sin más recursos que su inteligencia, su convicción y su razón.
En sus palabras reconoció que el poeta de los versos sencillos demostró ser un revolucionario íntegro, del que aprendimos que la cubanía solo se puede comprender desde la visión y concepción martiana de la Patria.
Esta marcha, dijo, constituye otra fiesta colmada de la frescura, el entusiasmo y la alegría que produce en los más jóvenes sentirse dueños de las calles, de este cielo y del porvenir.
Hoy Cuba, afirmó, es una única antorcha que ilumina ese nuevo mundo en el que la Patria sea toda la humanidad.
Por su parte, Dresmer Rojas García, miembro del Buró Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas que atiende la esfera político-ideológica, sentenció que el hombre de La Edad de Oro continúa encendiendo las antorchas, marcando el camino y guiando a los cubanos hasta su luz.
En el empeño de continuar su legado, aseveró, nos corresponde consolidar una Universidad más martiana y revolucionaria, unirnos más en la construcción de una Cuba mejor y acercarnos a la aspiración guevariana del hombre nuevo.
Asumimos, remarcó, ser la generación a la que le urge la descolonización cultural, la permanencia de lo nuestro, de la soberanía y la identidad y de los principios de una Revolución siempre joven.
