Santiago de Cuba, 30 jul (ACN) En peregrinación desde el céntrico Parque de Céspedes hasta el cementerio de Santa Ifigenia, el pueblo de Santiago de Cuba rindió tributo hoy a los mártires de la Revolución y rememoró el sepelio de Frank País y Raúl Pujols, asesinados hace 68 años por sicarios de la tiranía batistiana.
La masiva caminata de varios kilómetros recorrió las mismas calles vinculadas a la despedida combativa y luctuosa de entonces de los luchadores de la clandestinidad, hasta llegar al camposanto patrimonial.
Idelba Pereda Velázquez, directora del seminternado de primaria Mariana Grajales, de esta ciudad, expresó a la Agencia Cubana de Noticias que los educadores cada año regresan a esta peregrinación por Frank País y los revolucionarios que les antecedieron.
Es un honor, un compromiso de los profesores porque también el líder de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio fue maestro, por eso resulta un modo de perpetuar la memoria histórica de Santiago de Cuba que no podemos dejar morir, dijo.
Frank País tuvo una gran significación para la última etapa de la guerra, por su apoyo a Fidel Castro desde el llano, favoreciendo la continuidad de esta Revolución, y para la juventud sigue constituyendo un ejemplo, un paradigma, y esta multitud de pueblo bajo el sol para rendirle tributo es la prueba, enfatizó.
Juan Manuel Fernández, combatiente, refirió la importancia de homenajear a quienes dieron su vida por la causa de la soberanía de esta nación antillana, pues gracias a ellos hoy se disfruta de numerosos logros sociales.
Afirmó que siempre la Revolución podrá contar con las nuevas generaciones para la defensa de las conquistas y la historia nacional.
Alcibiades Marín, santiaguero del reparto Altamira, dijo emocionado que Frank no ha muerto y seguirá en el corazón del pueblo, en los pioneros, en la juventud.
Por él y por los caídos seguimos en combate, aseguró.
Durante la marcha los participantes entonaron cantos patrióticos y frases de reafirmación revolucionaria, mientras en portales, fachadas y balcones ondeaban banderas cubanas y del 26 de Julio, y los habitantes de la rebelde, heroica y hospitalaria lanzaban pétalos de flores.
Presidieron la manifestación Beatriz Johnson, primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en la provincia, y Manuel Falcón, gobernador, junto a dirigentes de las organizaciones políticas y de masas.
El 26 de julio de 1959, en el otrora cuartel Moncada, el Consejo de Ministros acordó declarar el 30 de Julio como Día de los Mártires de la Revolución Cubana, con el objetivo de honrar así a los que ofrendaron su vida por la Patria.