Cienfuegos, 29 oct (ACN) Guamá, uno de los mayores municipios de Santiago de Cuba, fue el lugar por donde Melissa penetró esta madrugada a territorio nacional con su carga de vientos y lluvias, las que solo puede tener un huracán de gran intensidad.
Según Elier Piña, especialista del Instituto de Meteorología, el contacto del meteoro con tierra firme, se produjo sobre las tres de la madrugada de este miércoles, por playa El Francés en esa localidad.
Toda la furia de este ciclón con nombre de mujer impactó sobre la municipalidad, con 950 kilómetros cuadrados y una población de unos 34 mil 100 habitantes, tal como indican datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.
Quienes han visitado a esa localidad con nombre aborigen, lo primero que les impacta del montañoso entorno es el exuberante verdor de sus cafetales y zonas forestales, la belleza de sus playas y la amabilidad de sus pobladores.
Guamá yace a los pies de la Sierra Maestra, y en su geografía están enclavados los picos Maceo, Martí, Suecia, Cuba y el Real del Turquino, la mayor elevación montañosa del país, con mil 974 metros por encima del nivel del mar.
Allí la revolución construyó hospitales, policlínicos, consultorios del médico de la familia, escuelas primarias y secundarias, y hasta sedes municipales universitarias.
Fuerte en la producción cafetalera, maderera y en la energía fotovoltaica a la zona, la distingue además el ser tierra de grandes momentos históricos, como el combate del Uvero.
Al parecer, las bellezas del lugar atraen a turistas nacionales y extranjeros, y a fenómenos meteorológicos que lamentablemente le ocasionan múltiples daños.
Por ejemplo, en agosto de 2011 el municipio sufrió serias afectaciones por el azote de la tormenta tropical Emily, que afectó viales, viviendas, procesos industriales y el servicio eléctrico por las intensas lluvias.
Y el mes pasado, fue afectado por el paso de la tormenta tropical Imelda que provocó la crecida de los ríos de ese territorio. y lo mantuvo incomunicado por varios días en 125 kilómetros por desliz de tierras y obstrucciones.
Ahora es Melissa, que encontró como primera barrera a la costa y montañas de Guamá, un lugar hermoso, mítico, rebelde como el aborigen que le dio nombre, y bravo para resistir la potencia de tantos embates.
