Matanzas, 13 oct (ACN) En sesión solemne, la Asamblea Municipal del Poder Popular de Matanzas conmemoró la noche última, en el Salón de los Espejos del Teatro Sauto, el aniversario 332 de esta ciudad, nombrada San Carlos y San Severino de Matanzas en 1693.

La velada presidida por Daylín Alfonso Mora, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP) y que contó con presencia de Mario Sabines Lorenzo, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en la provincia de Matanzas, sirvió para reconocer el quehacer sobresaliente de instituciones y personalidades de la vida política, cultural y social de la urbe tricentenaria.
Distinciones como la de Aniversario 330 de la Ciudad, el símbolo de la urbe de ríos y puentes y especialmente los pergaminos de Hijo Adoptivo e Hijo Ilustre se entregaron a colectivos e individualidades que dejaron y dejan huella profunda desde sus respectivas funciones, algunos de ellos sin ser oriundos de la llamada Atenas de Cuba.
El reto para cada ciudadano hoy es la preservación y cuidado de Matanzas, a la par de la batalla por la eficiencia y productividad en cada tarea, agradecemos a quienes más hacen por ella, manifestó públicamente Alfonso Mora ante más de un centenar de funcionarios públicos, combatientes de la revolución, delegados del Poder Popular y otros distinguidos invitados.
Ahondó la presidenta de la AMPP de Matanzas que elevar la calidad de los servicios, prestar mayor atención a las principales dificultades que enfrentan a diario los matanceros y mejorar los mecanismos de atención a la población, deben ser prioridades del trabajo de quienes dirigen dentro de un pueblo calificado como revolucionario y culto.
Luego de la sesión solemne tuvo lugar en la fundacional Plaza de la Vigía una gala cultural con participación de renombradas agrupaciones musicales, encabezadas por la popular Orquesta Faílde, símbolo joven de la tradición sonora cubana.
Yadiel Durán, presidente de la Asociación Hermanos Saíz en Matanzas, aseveró que la idea del espectáculo radica precisamente en hacer bailar al pueblo de Matanzas porque, pese a las complejidades de estos tiempos, existe siempre un motivo para celebrar.
