Matanzas, 1 jul (ACN) Juan Torres Naranjo, viceministro de Energía y Minas, apreció avances en la construcción del nuevo tanque de combustible en la local base de supertanqueros, donde ocurrió el incendio hace casi un año y hoy tuvo lugar el acto nacional por el Día del Trabajador Petrolero en Cuba.
Marcha bien, no a la velocidad que quisiéramos, por el déficit de recursos, pero con la inventiva de los trabajadores se logró poner la base en las mejores condiciones posibles, y garantizar la seguridad para operar, declaró a la Agencia Cubana de Noticias.
Matanzas tiene un peso importante en la producción petrolera del país, con más del 60 por ciento, este año cumplía el plan hasta hace dos meses, y ahora presenta un ligero déficit, situación propiciada por el injusto bloqueo que impide el acceso a financiamiento, recursos y servicios, refirió a la prensa.
Durante la ceremonia, Joel Queipo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de su Departamento Económico Productivo, entregó la medalla Ñico López a un grupo de trabajadores de la Empresa Comercializadora de Combustibles, por su labor ininterrumpida de más de 20 años.
Yarianna Guerra González, directora general de la Empresa, expresó que sus tres mil 870 trabajadores laboran en condiciones desafiantes, y pese a ello duplican esfuerzos para cumplir tareas como la distribución de gas licuado a la población, y la venta mayorista y minorista de combustible.
Néstor Pérez Franco, director de la Empresa Cuba Petróleo (Cupet), entregó el reconocimiento Petroleros por Cuba a dos empleados distinguidos por su labor, Andrés Ávalo, especialista en distribución de productos del petróleo, y Jorge Barrous, destacado en el montaje del sistema de aguas profundas.
George Batista Pérez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Energía y Minas, valoró que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos afecta directamente al sector de los combustibles fósiles en la nación caribeña.
Enfatizó que la hostil política de Washington afecta el desarrollo de la industria del petróleo y el gas en Cuba, al impedir el acceso a tecnologías de avanzada, a hidrocarburos y derivados provenientes de la nación norteña, y a mercados para la venta de producciones nacionales.