Nueva Gerona, 15 jul (ACN) La inestabilidad del sistema eléctrico en la Isla de la Juventud continúa debido a la limitada disponibilidad de unidades generadoras, informó a la Agencia Cubana de Noticias Fermín Molina Alfonso, director técnico de la Empresa Eléctrica.
Desde el 4 de junio último, la unidad cinco fue retirada por un mantenimiento capital de 24 días. En ese mismo período, la cuatro sufrió una avería compleja vinculada a una modificación tecnológica que requiere asistencia técnica extranjera, aún pendiente de ejecución, dijo el ingeniero eléctrico.
Subrayó que los técnicos cubanos no tienen autorización para realizar esta operación, lo que ha demorado su incorporación.
A esta situación se suma la salida de la MTU número tres, prevista para compensar la ausencia de la cinco, y los problemas históricos en las unidades uno, dos y tres. La empresa se ha visto obligada a operar las restantes Hyundai y MTU, especialmente estas últimas, que no están diseñadas para funcionar de forma continua durante 24 horas. Esto ha generado nuevas roturas y salidas imprevistas, comentó.
Expuso que el origen del problema radica en el déficit acumulado de mantenimiento, agravado por restricciones presupuestarias. Las unidades, en su mayoría de fabricación europea, requieren piezas y servicios adquiridos con moneda libremente convertible, difíciles de obtener por la situación financiera del país, agravada por el bloqueo impuesto por Estados Unidos.
La temporada de tormentas eléctricas impacta las redes aéreas y al generar interrupciones en diversas zonas del territorio acentúa la crisis, refirió.
Expuso que ante esta realidad, el Consejo Energético Municipal y la Empresa Eléctrica adoptaron medidas de emergencia, entre las que figuran: Suspender temporalmente los mantenimientos programados, salvo en casos urgentes, e implementar un sistema de rotación en los cortes eléctricos, aunque su aplicación ha sido irregular por fallas técnicas.
A fin de reducir el consumo energético se orientó a entidades estatales y al sector privado evitar el uso de climatización durante el día; se reprogramaron procesos nocturnos al horario diurno; se limitó el uso de aire acondicionado en bares y discotecas, salvo excepciones los fines de semana, y las panaderías operan ahora con grupos electrógenos para disminuir la carga sobre la red eléctrica, comentó.
Explicó el ingeniero eléctrico que la demanda actual alcanza 25 megawatts (MW), mientras que la disponibilidad solo cubre 21 o 22 MW. Se espera que la reincorporación de las unidades tres y cinco permita superar este déficit y estabilizar el servicio, siempre que no ocurran nuevas averías.
Factores como el aumento de las temperaturas, la escasez de gas licuado para cocinar y la expansión de electrodomésticos y vehículos eléctricos han elevado significativamente el consumo residencial. Los picos de demanda se registran al mediodía y entre las 9:00 p.m. y 4:00 a.m., con el horario de mayor consumo a las 11:00 p.m., señaló.
Enfatizó en que este comportamiento es totalmente atribuible al uso doméstico, sin incidencia del sector comercial o productivo.
Molina Alfonso destacó el esfuerzo del personal técnico por superar la crisis: “Los trabajadores eléctricos siempre hemos dado el máximo en los momentos difíciles, y esta vez no será la excepción”.