Yuliet Cruz es una mujer dividida entre la pasión por el teatro, el cine y su familia, cría peces para liberar las tensiones del trabajo cotidiano y confiesa que ha descubierto en la actuación un modo de aprendizaje de la vida y de entenderse a sí misma.
Como todo buen actor, ha marcado al público cubano por disímiles personajes: la Sonia de Conducta, Luz Marina de Aire frío y la reciente Miriam de Esteban, papeles que dan fe de su capacidad y fuerza como artista.
No prefiere un tipo de personaje, sin embargo agrega que a todos les da su tratamiento minucioso porque no hay personajes fáciles: “todos requieren igual dedicación, cuidado y nunca de subestimación, y el público se da cuenta cuando no se ha dedicado suficiente tiempo”.
Me gustaría interpretar papeles de época, algo que tenga que ver con aquellas mestizas, hijas de españoles, y guardo con mucho cariño el personaje Luz Marina que particularmente me marcó porque es Virgilio, por su dolor y porque representa a la mujer cubana, luchadora, contó en una entrevista on-line con lectores de la Agencia Cubana de Noticias.
Cuenta que comenzó su carrera desde muy pequeña, y que todo nació de la escapada de un repaso de la escuela.
Una profesora pasó haciendo captaciones, me apunté y luego me di cuenta de que era lo que yo quería porque se me olvidaba comer, siempre llegaba tarde a la casa y mi mamá me regañaba porque no me daba cuenta de la hora, confesó la actriz.
Al principio su madre pensó que era cosa de niños lo de la actuación, “ella me animaba a ser gastronómica, o abogada, de hecho tiene muchos puntos en común con la madre del Esteban de la película, una de las razones por las que me interesó el papel, pero luego es de las personas que más apoya con mi hijo Sebastián y con los quehaceres de la casa para seguir mi carrera”.
Sobre su experiencia en Argos Teatro y el privilegio de trabajar con Carlos Celdrán refirió que es de los pocos directores que son maestros de sus actores y que han depositado tanta confianza en ella durante todos estos años.
Le agradezco muchísimo a Celdrán porque he logrado darle forma a muchas cosas en mi vida profesional y personal gracias al diálogo creativo y personal que se genera en Argos Teatro y en lo particular con él, señaló Yuliet Cruz.
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Yuliet Cruz y Alexander Díaz en puesta en escena de Argos Teatro, Fíchenla si pueden/ Foto: Fernando Pendás |
Agregó que Argos ha sido una escuela para ella, “no todos los actores hacen teatro porque requiere de una dedicación y un sacrificio que no es bien remunerado, pero te permite hacer otras cosas, particularmente me da más tiempo para estar conmigo y dedicarme a mí como actriz”.
Con una visión amplia, Yuliet valora los caminos actuales de la actuación en Cuba y considera que hay muchos jóvenes buenos, “pero necesitamos también buenos proyectos que permitan demostrar hasta dónde podemos llegar”.
Me gustaría que el futuro de nuestra actuación fuera del esplendor que en su momento tuvo, en que grandes actores con una impecable formación académica gozaron además de excelentes proyectos en los cuales hacer gala de todo su talento, particularizó.
La actriz adelantó a la ACN de los proyectos en los que ahora mismo está inmersa: “estoy trabajando en otra película con Ernesto Daranas, un personaje pequeño pero que vale la pena y voy a empezar a grabar la segunda temporada de la serie de televisión De amor y esperanza, ahora también estamos presentando Mecánica en la sede de Argos Teatro durante el Festival Mayo Teatral”.
Hay mucho en el camino de esta mujer; preguntada sobre sus sueños, y responde que tiene un montón de personajes que le gustaría interpretar, los que todavía no se han escrito, se sonríe.
“Tengo muchos deseos de hacer cosas y muchos sueños, así que quiero cumplirlos todos”, aseguró.
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