Constituido en el Hospital Pediátrico Sur Antonio María Béguez, de Santiago de Cuba, el nuevo Centro de Investigación del Neurodesarrollo Infantil (Cindi) impulsa la labor asistencial y docente en el campo de las neurociencias, mientras se erige como espacio de esperanza, apoyo y amor a niños y niñas especiales.
La joven institución se encarga del diagnóstico y evaluación de infantes con probables desviaciones del neurodesarrollo desde edades tempranas, mediante la implementación de medios y técnicas avanzadas.
De acuerdo con Jorge Antonio Guilarte, coordinador provincial del proyecto Atención integral a pacientes con desviaciones del neurodesarrollo, el incremento en el país de infantes diagnosticados con Trastorno del Espectro Autista evidenció la necesidad de habilitar y fortalecer servicios médicos, técnicos y tecnologías para optimizar la detección precoz e intervención oportuna de los pacientes.
Disímiles investigaciones de instituciones vinculadas con los servicios médicos y procesos de enseñanza-aprendizaje en el territorio precisaban la posibilidad de someter a la práctica sus resultados, de ahí la articulación de ambos sectores en función de la centralización de los avances.
Como amplia es la gama de colores del arcoíris, variadas resultan las desviaciones del neurodesarrollo, afirmó Guilarte, de ahí la inclusión en tales indagaciones de especialistas en Psiquiatría, Psicología, Genética, Neurología, Neurofisiología Clínica, Pediatría, Neonatología, Fisiatría, Otorrinolaringología, Ortopedia, Psicoterapia, Oftalmología, Terapia Ocupacional y Logopedia.
Capacitación y preparación constante son palabras de orden en el gran equipo, no obstante, el alto impacto visible en los primeros pasos de la entidad se encuentra estrechamente relacionado con el establecimiento de vínculos con el ramo educacional y las comunidades.
La estimulación de las diferentes áreas del desarrollo de manera sistemática reduce el impacto del trastorno, y mejora considerablemente la calidad de vida del niño y su familia, devuelve a la localidad un pequeño sano, compensado, rehabilitado y con una recuperación de la confianza en sí mismos por parte de los familiares, explicó el galeno.
Nuestra institución, surgida como un sueño de integración y bienestar infantil, hoy está presente en las consultorías de padres, maestros y trabajadores sociales, quienes muchas veces terminan siendo elementos activos y colaboradores del proyecto científico, aseguró con orgullo.
Con elevada responsabilidad científica, se integra a los centros de Neuropsicología Aplicada y Procesamiento de Señales e Inteligencia Artificial de la Universidad de Oriente, en tanto estrecha alianzas con los departamentos docentes de hospitales santiagueros y el Centro de Diagnóstico y Orientación provincial, en aras de perfeccionar los servicios.
Para infantes con trastornos del lenguaje, del espectro autista, déficit de atención con hiperactividad, dificultades específicas de aprendizaje, actitudes sobresalientes y deficiencia intelectual, así como para sus padres y familiares, el Cindi deviene cálido hogar de comprensión y compañía, que hace de las diferencias un arcoíris de amor y esperanza.