Santiago 500: Tambores para "romper" carnaval santiaguero

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Marlene Montoya | Foto: Miguel Rubiera/ Archivo
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17 Julio 2015

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"¡Que suenen, suenen, suenen los tambores…!",  reza el estribillo de una popular canción de la cubana Laritza Bacallao que han hecho suyo por estos días los santiagueros, en espera del comienzo de los carnavales, el 20 de julio.
  Sí, pues en los tradicionales festejos de esta ciudad oriental suenan, y bien fuerte, los instrumentos de percusión en paseos y comparsas, que arrastran a miles de bailadores con su singular movimiento de cuerpo y el coro a voces salido de la imaginación popular o de canciones como Hasta Santiago a pie.
  Coreografías, originalidad y alegría distinguen a grupos participantes como San Agustín, San Pedrito, La Placita, Sueño, La Kimona, El Guayabito, Alto Pino, Paso Franco y muchos otros.
  Mención aparte merece la centenaria y famosa mundialmente conga de Los Hoyos, una especie de imán cultural sin distinción de raza, edad o sexo por su “sonar” peculiar, único.
  Por eso cuando se escucha a lo lejos su toque, la gente exclama sin equivocación: “Ahí viene Los Hoyos”.
  El aporte africano y franco-haitiano está presente en esas agrupaciones, con sede en barrios de la urbe y de allí parten en las jornadas de desfiles para deleitar a grandes y chicos con la danza, la música y el vestuario.
  NO faltan en los carnavales de julio la evolución de las carabalíes Izuama y Olugo, o La Tahona, igualmente centenarias y devenidas cátedras del folclor desde sus ancestros, con enseñanzas trasmitidas de generación en generación.
  Da gusto ver a los que peinan canas, con sus trajes típicos y andar lento, marcando toques y ritmos muy suyos.
  Famosos en el mundo son los carnavales de Santiago de Cuba.
  Los de este año revisten una significación especial, por los 500 años de fundada la villa, el 25 de julio, y ser sede del aniversario 62 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.
  Por eso ya calientan los tambores y afinan los tocadores de la corneta china, anunciando que el festejo mayor está a punto de comenzar.