Con el triunfo revolucionario del Primero de Enero de 1959 fue posible destruir los moldes coloniales y neocoloniales impuestos al país todavía en la medianía del siglo XX, e iniciar las vías de cambios que trajesen la solución a los graves problemas sociales que padecíamos.
En mes de febrero de 1962 se dio comienzo a la primera campaña de vacunación Antipoliomielítica, hasta entonces grave enfermedad infecciosa viral del sistema nervioso central que en muchos casos provoca como secuela, una parálisis de las extremidades, y por ende, la invalidez para toda la vida. Su mayor incidencia se produce entre los cinco y los 10 años de edad.
La efectividad de la vacuna aplicada saltó a la vista. En 1960 se reportaron en Cuba 330 casos y ya en el 62 se reportaron 46, incluso fueron en niños no vacunados, al igual que siete casos entre los años 1963 y 1981. Desde 1982 no existe tal dolencia en la Isla.
En el mundo, aunque eliminada en varios países desarrollados y algunos en vías de desarrollo, todavía se reportan casos en otros. Por ejemplo, en África Subsahariana recibieron la vacuna el 52 por ciento de los infantes y en África Meridional el 70, mientras que América Latina y el Caribe resultaron prevenidos de esa enfermedad el 89 por ciento.
La situación es alarmante en algunos territorios, por ejemplo, el porcentaje de pequeños vacunados fue en la República Centroafricana de 23, en Nigeria 26, en Chad 27, en Níger 31, en Somalia 33 y en Gabón 38.
Entre las metas fijadas por la UNESCO se encontraban, entre las referidas a la salud, erradicar la poliomielitis en el orbe para este 2015. Sin embargo, aún continúa siendo un flagelo para muchos niños. Solo la voluntad política puede de una vez y para siempre permitir que los menores disfruten de una infancia feliz y alcancen mayor calidad de vida para el futuro.
Sin embargo, la Revolución no se detuvo en este importante aspecto y siguió su camino para eliminar un grupo de dolencias que afectaban a los grupos etarios menores. Actualmente el programa de salud cubano ha logrado suministrarle 14 vacunas, como son aquellas contra la papera, rubéola, sarampión, la meningo, la hepatitis y la BCG, que se pone al nacer, y otras.
Todos los partos se realizan en instituciones de salud, y la madre recibe muchas atenciones durante el embarazo, una de ellas es la reactivación contra el tétanos, de ese modo se evita que el bebé pueda adquirir la enfermedad en el momento de nacer, es decir, cuando se corta el cordón umbilical.
Sobre la eliminación de las inequidades sociales heredadas es mucho lo que se puede decir. La Revolución en el poder resolvió el problema de la tierra mediante la Reforma Agraria, además dictó las rebajas de los alquileres, los medicamentos, la electricidad, la tarifa telefónica y otras muchas.
Especial significación tuvo lo que se hizo en la educación, que empezó con la gran campaña de alfabetización, como base de lo que vendría después, hasta llegar a lo alcanzado hoy: una verdadera Revolución cultural, con casi un millón de graduados universitarios y el funcionamiento de más de 50 centros de ese nivel.
En fecha tan temprana como el 15 de octubre de 1960, el Comandante en Jefe Fidel Castro proclamaba ante el mundo que se había cumplido en lo esencial el programa del Moncada, en el que denunció los graves desafíos sociales que aquejaban al pueblo, y que una Revolución en el poder los resolvería.