Manuel Asseff Blanco | Foto: Getty Images
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29 Agosto 2023

 

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En términos académicos, puede decirse que Cuba mejoró su nota en el XIX Campeonato Mundial de Atletismo concluido este domingo en Budapest, Hungría, donde ocupó el lugar 17 por puntos, con 27 unidades, además de una presea de plata y dos de bronce.

La delegación cubana compartió ese puesto con Suecia; mientras en el medallero terminó en la posición 25, por lo que se cumplió el objetivo de mejorar la actuación precedente de Eugene 2022, algo que sin dudas es positivo.

Hace un año, los atletas de la mayor de las Antillas se situaron en el escaño 29 por países con 15 unidades y sin preseas, con dos cuartas plazas, una sexta y una séptima, en una cita en la que se fueron sin podio por primera vez en la historia de esos eventos del deporte rey.

En ese momento parecía que la disciplina tocaba fondo, pero gracias a la constancia de los deportistas, sus entrenadores y directivos, se aprecia una luz, aunque falta mucho por mejorar.

Ahora en territorio húngaro los triplistas, en uno y otro sexo, se encargaron de aportar las mayores alegrías para la nación caribeña, que históricamente ha tenido resultados importantes en los escenarios atléticos de máximo nivel.

Entre los hombres, Lázaro Martínez y Cristian Nápoles lograron el segundo y tercer lugar, respectivamente, en la final del triple salto; y acabaron con la “sequía” momentánea en esos certámenes universales.

Martínez, monarca del orbe bajo techo en Belgrado, Serbia, el pasado año, alcanzó su premio con 17.41 metros (m); mientras que Nápoles (17.40 m) lo escoltó con marca personal, apenas a un centímetro (cm) de su compañero.

Hasta la quinta ronda ambos atletas estaban haciendo el 1-2 en esa modalidad, pero Hugues Fabrice Zango, de Burkina Faso, se estiró hasta los 17.64 m para agenciarse el metal dorado.

Luego llegaría la actuación de Leyanis Pérez, quien se colgó el bronce con muy buen registro de 14.96 m en su primer intento, a solo dos cm de su tope de por vida.

Pérez, ocupante del cuarto puesto en la cita del orbe de Eugene 2022, esta vez sí pudo subir al podio y confirmarse como una triplista de la élite en el planeta.

También merece mención especial lo hecho por su compatriota Liadagmis Povea (14.87 m), quinta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y que ahora acabó en la sexta posición, por lo que volvió a demostrar que se encuentra entre las mejores del triple salto.

En otros desempeños destacados, el saltador de altura Luis Enrique Zayas rozó la presea de bronce y dio muestra de su gen competitivo en foros de exigencia.

Con marca personal al aire libre de 2.33 m, Zayas acabó con el mismo registro que el qatarí Mutasz Essa Barshim, quien ganó el bronce porque cometió menos fallos en la competencia.

Campeón de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, el santiaguero, ocupante del quinto y sexto puesto en las ediciones de Doha 2019 y Eugene 2022, respectivamente, ahora mejoró esas actuaciones con un meritorio cuarto lugar, por lo que sigue dando señales de que se encuentra en el grupo de vanguardia del salto alto.

También por la mayor de las Antillas se incluyeron entre los 12 finalistas los jovencitos Silinda Morales, oncena en el lanzamiento del disco; y Alejandro Parada, décimo en el salto de longitud, atletas que cumplieron con creces y tienen condiciones para progresar en su rendimiento.

Para Cuba, el Mundial de Atletismo en Budapest dejó tareas pendientes como el título que no se conquista desde Doha 2019, aunque es evidente la mejoría con respecto a Eugene 2022.

Los Juegos Olímpicos de París 2024 ya aparecen en el horizonte como el próximo gran reto, y ojalá ahí lleguen más medallas de cualquier color, y si alguna es de oro, mucho mejor.