La prolongación hasta nueve días de los ciclos de distribución de agua centra los debates y genera inseguridades entre los habitantes de la ciudad de Ciego de Ávila, sobre todo porque la nueva medida –devenida mal necesario, para decirlo en buen cubano- restringe el acceso regular.
Esta acción de contingencia contempla un intento por distribuir equitativamente el vital líquido en medio de una crisis que amenaza con prolongarse y recrudecerse con el paso de los años, y provoca alteraciones en las dinámicas de espacios hogareños y en entidades económicas y sociales.
Era algo predecible e inevitable. En diciembre último, al dialogar con la Agencia Cubana de Noticias, Rafael González-Abreu Fernández, asesor técnico principal de la avileña Empresa de Aprovechamiento Hidráulico (Eahca), alertaba sobre la difícil situación en la fuente de abasto de Ruspoli.
Tal reservorio subterráneo, es uno de los principales del territorio, desde donde habitualmente se suministra agua a miles de pobladores de la localidad cabecera.
El pozo, localizado en la zona más elevada del Sector 5 -muy vulnerable a la sequía- desde el año 2020 evidencia una caída en los niveles, “lo que nosotros llamamos un balance negativo entre el agua que entra y sale del acuífero”, argumentó el especialista.
A través del proyecto internacional Euroclima Plus, en 2023 se fortaleció la vigilancia en esa área al colocarse una estación hidrológica automática que permite realizar mediciones y disponer de datos continuos y precisos, a partir de los cuales se ha corroborado el descenso constante.
Inicialmente se asoció a los altos niveles de extracción en el área, sin embargo, estudios posteriores indicaron que la causa fundamental recae en el déficit de lluvias, no obstante, se restringió el uso de ese recurso natural para los usuarios de esa zona y sus inmediaciones.
Desde finales del 2024, la fuente de abasto de Ruspoli se encontraba por debajo del nivel crítico, lo que en términos hidrológicos significa que se consume agua de las reservas estáticas, circunstancias desencadenantes de la toma de decisiones conjuntas entre el Gobierno, la Dirección Provincial de Recursos Hidráulicos y la Eahca.
En ese contexto, se decidió reducir las extracciones desde el referido pozo al mantenerlo como fuente de suministro solo para los poblados en la ruta hacia la cabecera provincial y a esta última se le suministra desde la Cuenca Sur, teniendo en cuenta que existe una infraestructura creada para eso desde periodos secos anteriores en los que Ruspoli también se mostró deprimido.
En 2017, cuando las alarmas en Ciego de Ávila también se activaron ante la escasez de precipitaciones y el descenso de los niveles de agua en los acuíferos, se crearon en la provincia las condiciones para abastecer a la ciudad cabecera desde la zona sur.
González-Abreu Fernández, en un intento por simplificar la explicación sobre esta obra ingenieril para paliar los efectos de la sequía, detalló que se trata de una tubería que sale desde el Tanque Apoyado Sur y circunda la ciudad hasta acoplar con la conductora proveniente de Ruspoli por la parte norte del territorio.
Esto requiere de toda una estrategia, pues consiste en bombear un volumen determinado de agua hacia el Tanque Apoyado Sur para asegurar su disponibilidad, de forma que se cumpla con los ciclos de abasto reglamentados.
La actual situación hidrológica suscita asimismo transformaciones en las áreas de producción de alimentos que se abastecen del pozo de Ruspoli, donde acciones encaminadas a la reducción de riesgos y adaptación contemplan el desarrollo de cultivos que exigen poca agua, como la yuca y el mango.
Es algo que no sorprende en la actualidad, en tanto que durante los últimos años los expertos de la Eahca han trabajado con entidades estatales y campesinos, en aras de fomentar la adaptabilidad y sensibilizarlos con la búsqueda de soluciones para afrontar prolongados periodos secos.
Todas estas medidas para los productores y empresas se establecen sin renunciar a la producción de alimentos en cantidades que contribuyan a satisfacer demandas de la población y la economía.
Aunque el proyecto internacional Euroclima también realizó intervenciones en la referida comunidad rural para concienciar a sus habitantes sobre la necesidad de hacer un uso racional del agua, una labor de extrema importancia que se debe potenciar y extender a otros lugares.
Las faenas de educación ambiental tienen prioridad en los niños y niñas por su capacidad para aprender, aprehender y transmitir los mensajes a favor de la protección de un recurso natural vital.
Es fundamental para aumentar la percepción sobre las lluvias, a causa de que en ocasiones las personas creen que está lloviendo mucho y eso contribuye a mitigar la sequía, sin embargo, no está precipitando en los lugares que posibilitan la alimentación de los acuíferos, explicó Rafael.
Un estudio sobre las lluvias desde el año 2020 hasta la actualidad (lapso en el que pudiera recargarse el acuífero), indicó que de 30 meses considerados lluviosos, en 24 las precipitaciones estuvieron por debajo de la media histórica, lo que ha agravado la situación en la fuente de Ruspoli.
En la porción norte de la provincia avileña, 11 registradores o sensores automáticos de niveles y lluvias, aportados por proyectos de colaboración internacional como Resiliencia Costera y Euroclima Plus, posibilitan un estricto control de las precipitaciones y el almacenamiento de agua en los acuíferos y embalses.
Con esta tecnología instalada se favorece la toma de decisiones para afrontar situaciones complejas como la actual.
Ruspoli dispone de uno de estos instrumentos de medición, lo que permite adoptar medidas a diario, en función de cubrir las demandas del líquido en el los sectores residencial y empresarial.
Un área de interés económico como la que acoge la Empresa Agropecuaria La Cuba también cuenta con dos de estos dispositivos, para la vigilancia hidrológica, de manera que se facilitan la planificación y el reordenamiento de los planes de producción de alimentos.
En momentos difíciles, el agua constituye motivo de preocupación pública, pero también desvelo para directivos y especialistas empeñados en asegurar el acceso a un recurso vital que, en el nivel mundial, muestra tendencias al agotamiento, por tanto, ahorrarlo es cada vez más urgente.