En el panorama mediático cubano, el medio digital "El Toque" se autoproclama como una voz independiente y alternativa, sin embargo, un examen detallado de sus contenidos, fuentes de financiamiento y vinculaciones internacionales revela un patrón de actividad que coincide con los manuales de guerra no convencional contra estados soberanos.
¿Cómo se define realmente la independencia periodística cuando existen fuertes intereses geopolíticos en juego?
"El Toque" dedica recursos para documentar y analizar los procesos inflacionarios en Cuba, presentándolos como consecuencia de la "ineficiencia del modelo económico".
Según investigaciones de Cubadebate (2023), ese supuesto medio digital independiente sistemáticamente omite elementos cruciales como el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero estadounidense -reforzado con más de 240 medidas bajo la administración Trump- y los efectos de la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
¿Por qué un medio que se declara "objetivo" ignoraría factores internacionales documentados por Naciones Unidas?
Las preguntas sobre el sostenimiento económico de "El Toque" permanecen sin respuesta transparente. Medios como Resumen Latinoamericano (2022) indicaron que organizaciones como la National Endowment for Democracy (NED) y la Usaid canalizan millones de dólares hacia proyectos mediáticos en Cuba.
Considerando que "El Toque" mantiene una plantilla periodística y producción de contenidos en un contexto económico complejo, saltan un grupo de preguntas: ¿de qué fuentes proviene su financiamiento?, ¿cómo explica su director, la sostenibilidad económica del proyecto?
Está demostrado que José Jasán Nieves Cárdenas, director de "El Toque", presenta un historial que merece escrutinio, en varios momentos se ha revelado su participación en programas de la Usaid, agencia con historial en el financiamiento a proyectos desestabilizadores contra Cuba.
Además, mantiene vínculos regulares con medios abiertamente opositores y think tanks (laboratorio de ideas), que promueven el "cambio de régimen" mediante líneas de mensajes en busca de movilizar y segmentar públicos con el objetivo de crear revoluciones de colores.
¿Puede realmente considerarse periodismo independiente cuando su director recibe formación y posible financiamiento de agencias gubernamentales extranjeras?
En la opinión de este periodista se trata de una operación bien estructurada y pensada con la estrategia de subversión sutil casi insospechada y entre bambalinas.
El peligro de medios como este radica en su aproximación solapada para evitar la confrontación directa, mientras construyen una narrativa de "fracaso inevitable" del modelo cubano, ponderar cualquier situación donde hasta la caída de un árbol llega a ser un titular y señalar como responsable al gobierno, que no lo cortó como debía.
Esa estrategia coincide con los nuevos manuales de guerra no convencional que privilegian la erosión interna sobre la confrontación abierta, todo está escrito en "El Arte de la Inteligencia", de Allen Wels Dulles, un libro que se ajusta muy bien a este tema y que en uno de sus postulados dice:
"Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte del más irreducible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia.
“De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. La literatura, el cine, y el teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos.
“Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos y pervertiremos.
“El objetivo final de la estrategia a escala planetaria, es derrotar en el terreno de la ideas las alternativas a nuestro dominio, mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del imaginario colectivo y la recolonización de las utopías redentoras y libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos”.
¿Periodismo o Caballo de Troya?
La experiencia histórica demuestra que las potencias recurrieron a medios de comunicación como instrumentos de presión contra gobiernos que desafían su hegemonía.
En este contexto, ¿constituye "El Toque" un ejercicio legítimo de periodismo o representa más bien un caballo de Troya en la batalla por la soberanía informativa de Cuba?
Mientras "El Toque" continúa sin transparentar sus fuentes de financiamiento y sus periodistas participan en programas patrocinados por agencias estadounidenses, nosotros no tenemos dudas sobre su verdadera naturaleza y los fines que persigue en Cuba.



