El médico que no dejó de combatir

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ACN - Cuba
María de las Nieves Galá León | Foto: Archivo
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27 Noviembre 2025

    El 29 de noviembre de 1960, muy cerca del cruce de las carreteras de Trinidad a Cienfuegos con la de Topes de Collantes, en la entonces provincia de Las Villas, cae en combate el revolucionario Manuel Fajardo Rivero, conocido por todos como Piti.

    Con anterioridad, lo nombraron jefe de Operaciones en la zona del macizo montañoso del Escambray para dirigir la lucha contra los enemigos que, al servicio del imperialismo, intentaban derrocar a la Revolución.

    Ese día, mientras participaba junto a sus hombres en un cerco tendido contra esos elementos, resultó gravemente herido y falleció en el lugar.

    Su compromiso con la Patria se inició en la lucha contra el dictador Fulgencio Batista. Nació en Manzanillo, el 8 de noviembre de 1930. Influido por su madre, Francisca Rivero Arocha (Panchita), primera mujer en Cuba en dirigir un hospital, surgió el amor por la Medicina.

    Cuando llegó el momento de elegir una carrera, Piti no lo pensó dos veces: también sería galeno. Panchita le dio consejos que él supo apreciar. Muy jovencito llegó a la capital cubana para realizar su sueño, hasta que se graduó y trabajó en el Hospital de Emergencias (hoy Freire de Andrade).

    Al retornar a la ciudad natal, se incorporó a la clínica La Caridad, dirigida por el doctor René Vallejo. Allí, no solo compartieron profesión e ideas revolucionarias: curaban a heridos del Ejército Rebelde y la clandestinidad. Además, enviaban para el frente, medicinas y avituallamientos.

    Dicha colaboración no pasó inadvertida para las fuerzas represivas de la dictadura batistiana, que asaltaron la clínica y detuvieron al doctor Vallejo, quien después de ser liberado se incorporó a la Sierra Maestra. El joven siguió el camino de su compañero de lucha.

    Dentro del Ejército Rebelde, cumplió funciones de médico y soldado. Participó en importantes combates, entre éstos, los de Santo Domingo, Providencia, Cuatro Caminos y Las Mercedes.

    Por su destacada participación se ganó lo ascendieron al grado de capitán. Al ser formada la Columna No. 12, al mando del comandante Eduardo Sardiñas (Lalo), Piti asumió como segundo jefe.

    Luego del triunfo de la Revolución, lo ascendieron a comandante y ocupó diversas responsabilidades. Fue director, primero del Hospital Civil de Manzanillo, y luego del Hospital Militar de Santiago de Cuba, hasta que más tarde, se le encomendó la captura del traidor Manuel Beatón.

    Estuvo al frente de las obras de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, en Bartolomé Masó, en la actual provincia de Granma. El 26 de julio de 1960, inauguró la Primera Unidad con 500 camilitos.

    Mucho dolor causó entre los cubanos la muerte del querido revolucionario. Ante su tumba, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, dijo: “Descansa en paz, te ganaste el derecho al cariño eterno de tu pueblo, de la generación presente y de las generaciones venideras. Nos consuela poder decirte que la Patria seguirá adelante, cueste lo que cueste.”

    A 65 años de su fallecimiento, al Comandante Manuel Piti Fajardo lo recuerdan como un símbolo de firmeza de principios, valentía y amor por la patria; capaz de atender a los heridos en condiciones extremas y, al mismo tiempo, participar en el combate.