Para los juristas cubanos es un deber patriótico dar a conocer el pensamiento universal de José Martí, en particular su sentido de la justicia que lo llevó a dedicar su vida a los más nobles objetivos de la libertad.
En virtud de que estos últimos forman parte del ideario político y jurídico de la nación, la Unión de Juristas de Cuba (UNJC) evidenció su interés en reconocer los excepcionales valores del altruismo del más universal de los cubanos.
Por ese camino, escogió un símbolo que expresa las características de un sistema judicial, como el de Cuba, donde la función de impartir justicia dimana del pueblo y es ejercida en su nombre, todo lo cual era una de las supremas aspiraciones de Martí.
En efecto, se trata de una pieza existente en la Casa Museo Juan Gualberto Gómez, en Matanzas, que se describe como “Mallete que perteneció al Club de Señoras Hijas de la Libertad, fundado en Key West en 1878, utilizado en el mismo por José Martí y Juan Gualberto Gómez”.
Una vez detectado semejante tesoro justiciero, la UNJC sumó a su proyecto de estimulación la carta que Martí envió a Gómez, su hermano de lucha, a quien le expresó su confianza de que “Conquistaremos toda la justicia”, ideal emancipador de la Revolución cubana.
En consecuencia, su Consejo Nacional instituyó la entrega de la “Réplica del Mallete Martiano”, en reconocimiento a la significativa, calificada, sabia y virtuosa actuación en defensa de los más altos valores de la justicia y los Derechos Humanos.
Por primera vez, acordó conferirla post mortem a tres destacados juristas: el abogado norteamericano Leonard Weinglass y los coterráneos Julio Fernández Bulté y el abogado Roberto González Sehwerert.
Poco antes de morir, el 23 de marzo de 2011, Weinglass aún luchaba por la libertad de los Cinco cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos.
La última foto que le tomaron en la sala de cuidados intensivos del Hospital Montefiore lo muestra revisando documentos de las apelaciones extraordinarias – Habeas Corpus – último recurso legal de nuestros compatriotas.
Fernández Bulté falleció el 29 de octubre de 2008 en La Habana a la edad de 71 años y más de la mitad de su vida la dedicó a la enseñanza.
Participó, junto al pueblo de Cuba, en la batalla de ideas por el regreso del niño Elián González y consagró los últimos años de su existencia a la excarcelación de Los Cinco, como se les conoce internacionalmente a los Héroes cubanos.
Roberto González Sehwerert, hermano de René, murió en la capital en junio de 2012, tras destinar sus últimas energías a la causa de la liberación de su hermano y los otros cuatro luchadores antiterroristas.
En una evidente continuidad histórica, en febrero de este año lo recibieron en vida los juristas Armanda Nuris Piñero Sierra y Rodolfo Dávalos Fernández, de manos de uno de los cinco Héroes: René González Sehwerert.
Así se puso de manifiesto una vez más el empleo del mazo por la conquista de toda la justicia posible.