Fernando Ortiz Fernández, uno de los intelectuales cubanos más destacados del siglo XX, nació el 16 de julio de 1881 en la céntrica calle de San Rafael, en la ciudad de La Habana. Su infancia transcurrió en una de las Islas Baleares, en Menorca, donde aprendió a expresarse, además de en español, en lengua catalana y en menorquín, el dialecto que se habla en esa isla.
Fundador de instituciones que desempeñaron un papel primordial en la orientación de la historiografía de Cuba hacia posiciones no euro centristas, se le considera, además, un precursor africanista. En su obra Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, que vio la luz en 1940, acuñó el término transculturación, hoy día muy usado en los estudios de antropología cultural.
Doctorado en Leyes por las universidades de La Habana y Madrid, se desempeñó durante algunos años en el servicio diplomático de la ínsula en Europa. Fue también abogado fiscal de la Audiencia de La Habana y profesor de Economía Política y de Derecho Público y Derecho Constitucional de la citadina Casa de Altos Estudios.
En 1917 fue elegido por voluntad popular Representante a la Cámara, candidatura que fue presentada por el Partido Liberal. Por su oposición al régimen de Gerardo Machado tuvo que abandonar el país y residir en los Estados Unidos desde donde desarrolló una intensa campaña de denuncias que solo terminó con la caída de ese presidente en 1933.
Articulista muy bien valorado no solamente por el contenido de sus escritos sino también por la forma y estilo, sus contribuciones científicas y literarias aparecieron en numerosos órganos de prensa, tanto nacionales como internacionales; así como en revistas técnicas o de otros géneros más liberales.
En España salieron publicados trabajos suyos en El Diluvio de Barcelona, en el Diario Español y en La Nova catalana. Colaboró con The Hispanic American Historical Review, una importante revista del mundo académico norteamericano interesada en los estudios continentales, y con los Archivos Venezolano de Folklore.
Discípulo del médico César Lombroso, principal exponente de una teoría que definió la delincuencia como fenómeno de orden físico y biológico, las primeras indagaciones antropológicas de Ortiz, se encuentran en Archivio di Antropologia Criminale, Psichiatria e Medicina Legale, que el profesor y criminalista italiano dirigió y editó.
En Cuba Bohemia, El Fígaro, la Ilustración Cubana y la Revista de la Habana, entre otras muchas publicaciones seriadas de corte humanista, apreciaron sus empeños de divulgación científica y sus notas y comentarios literarios e históricos.
Miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País, transitó por muchos de sus cargos, incluyendo el de Presidente, en 1923. En función de la obra de los Amigos del País en 1910 dio nueva vida, con su labor de director, a la Revista Bimestre Cubana, publicación que gestionó hasta el 1959 y donde insertó muchos de sus artículos originales.
Con José María Chacón y Calvo fundó en 1924 en la Biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País —la primera biblioteca pública que funcionó en la isla— la Sociedad de Folklore Cubano, una institución cuyos fines fueron acopiar, clasificar y comparar los elementos tradicionales de la vida popular de la nación.
Profesor de la Universidad Popular José Martí y conferencista y mentor en instituciones y en muchas sociedades que tuvieron como objetivos la instrucción y la difusión del conocimiento, fue y sigue siendo, Don Fernando—así lo llamaron sus contemporáneos— una de las figuras emblemáticas de la cultura cubana
Autor de títulos que han trascendido como clásicos entre investigadores y estudiosos de disímiles disciplinas abarcadoras a las Ciencias Sociales, algunos de ellos han sido clasificados por su utilidad e información, en la rara categoría los llamados vademécum.
Laborioso, creativo, profundo en análisis, sagaz en razonamientos, inteligente y culto, Fernando Ortiz desarrolló una facultad sorprendente para relacionar conceptos y nociones, con esas cualidades, acompañadas por una paciencia con conciencia, logró concretar y legar a sus coterráneos y al mundo, una extraordinaria y notable obra cultural.
Rosa María González López
2961
14 Julio 2014
14 Julio 2014
hace 10 años