A 207 años de su nacimiento en Tréveris, Alemania, el 5 de mayo de 1818, Carlos Marx y su legado, llamado indistintamente socialismo o comunismo científico, porfían por existir y avanzar en un mundo polarizado, desigual y con fuerzas emergentes, decididas a transformarlo en favor de la equidad, la libertad y la justicia.
Se habla de él como revolucionario, político, economista, filósofo, sociólogo, escritor y pensador, batallador por los derechos del proletariado por sus múltiples labores asumidas casi al mismo tiempo en una vida de entrega, trabajo y humildad, igual a la de aquellos que defendió junto a su entrañable compañero de causa: Federico Engels.
El ideario del creador del Manifiesto Comunista (1848), escrito en coautoría con Engels, y de El Capital, considerada la obra más relevante, pervive en el planeta y es visible en los fundamentos de proyectos sociales de algunas naciones que trabajan por su desarrollo, entre ellas, de América Latina.
También se manifiesta en las fuerzas llamadas de izquierda y en el trasfondo de partidos y movimientos progresistas, cuya gestión sigue modelos propios en sus territorios y no están exentos de problemas y dificultades.
Cierto resulta que a lo largo de su historia el marxismo padeció y padece persecución, manipulación, ataques públicos y ocultos, la deserción y la traición en sus filas e insuficiencias internas, pero es tan real como el ente oponente, el cual lo engendra de manera dialéctica.
Es un mérito inobjetable para su creador, alguien que en vida ganó enemigos mortales y poderosos, así como una creciente cifra de seguidores. Muchos lo consideran un genio y un sabio de aportes esenciales.
Ese militante comunista, de origen judío, vino de la clase media y fundó una familia hermosa, pese a que el tiempo parecía no alcanzarle para otra cosa que su trabajo investigativo y científico que diera relieve a la categoría de la economía política y el estudio de los mecanismos presentes en el funcionamiento de la sociedad de su tiempo, con el auge del modelo capitalista de producción.
En el orden filosófico la teoría del materialismo dialéctico e histórico, y la de la economía política científica lo distinguió como una excepcional inteligencia.
La clase obrera mundial lo asumió como su pensador guía, aunque también oyó de vaticinios de caducidad, sobre todo por los que pensaron que quiso ofrecer un modelo de lucha único y anquilosado, cuando realmente daba un método de interpretación de la vida y la historia, para redimir a los excluidos y transformarlo todo en favor de ellos.
Marx estudió en las universidades de Bonn, de Humboldt y de Berlín, donde se interesó en las ideas filosóficas de los jóvenes hegelianos.
En 1836, se comprometió con Jenny von Westphalen, pero se casaron en 1843, año en el cual se trasladó a París y comenzó a colaborar con periódicos radicales, luego empieza la escritura de sus libros.
A partir de 1845 se exilia en Bruselas, donde adquiere relevancia dentro de la Liga de los Comunistas, antes de retornar a Colonia, para fundar su propio periódico, la Nueva Gaceta Renana, y escribir el Manifiesto del Partido Comunista.
En 1849 se establece en Londres junto con su esposa Jenny y sus hijos. Allí vivieron en total pobreza.
Continuó la escritura y enuncia sus teorías sobre la naturaleza de la sociedad y cómo creía que podría mejorarse. Aparecen El 18 de brumario de Luis Bonaparte (1852) y El capital (1867), así como una campaña por el socialismo y se convierte así en figura destacada de la principal organización de los trabajadores.
En la Primera Internacional combatió contra las influencias de los anarquistas liderados por Mijaíl Bakunin. En su Crítica del Programa de Gotha (1875), Marx escribió sobre la revolución, el Estado y la transición al comunismo. Murió en 1883 y fue enterrado en el cementerio de Highgate, en Reino Unido.
Las teorías de Marx sobre la sociedad, la economía y la política, que se conocen colectivamente como el marxismo, sostienen que todas las sociedades avanzan en la lucha de clases, sistema basado en la dialéctica de Georg Hegel, pero con un enfoque materialista y de praxis.
Fue muy crítico de la forma socioeconómica vigente de la sociedad, el capitalismo (a la que Lenin llamó la "dictadura de la burguesía"), al afirmar que se llevaba a cabo por las acaudaladas clases dueñas de los medios de producción para su propio beneficio.
Carlos Marx es un pionero de la comprensión de los mecanismos fundamentales que rigen el funcionamiento de la sociedad moderna, y dedicó su pensamiento, su palabra y su pluma, a la transformación del mundo.
Resumir la vida y obra y hablar en detalle del legado de ese hombre extraordinario no caben en estas líneas, el marxismo no solo habló de plusvalía y del surgimiento del predominio del gran capital, habló de política e historia de la humanidad, se basó en la ética y la lucha de los seres humanos, principios muy afines a los hombres y mujeres de todos los tiempos.
Cualquier ser humano que se sobreponga a los prejuicios de clase o de la cultura diferente puede ponerse del lado de Carlos Marx en el mundo de hoy, en un tipo de adhesión generada en el prójimo ante la grandeza y la sabiduría.
Hoy son millones los que comulgan con sus convicciones e ideas políticas y buscan los resortes para mejorar el accionar del marxismo. Tarea tan dura como las primeras. Así va el mundo hoy.