Guantánamo, 25 abr (ACN) La XI edición del evento de literatura La Isla en Peso, de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), concluyó este jueves en Guantánamo tras consolidarse como un espacio de diálogo entre creadores, editores y promotores literarios, con presentaciones de libros, debates artísticos y un marcado énfasis en la labor editorial como eje del desarrollo cultural.
Durante la jornada, que tuvo como invitados a Rosalba Muñoz, escritora y diseñadora de Ediciones Bayamo, y Norberto Molina, autor holguinero, se presentaron obras como Puertas sagradas de W. H. Auden (Ediciones La Luz), Amargo ejercicio, de Lucía Amargo (Ediciones Bayamo) y Voy a escribir la eternidad, de Francisco López Sacha, ganador del Premio Alejo Carpentier de novela 2023.
También resaltaron los títulos Soles invisibles, de Karla Gil y Cosas que arden por el pasto, Premio Calendario de Poesía 2023, de Wilfredo Robas, además de textos infantiles, uno de los géneros más adquiridos.
La cita dedicó especial atención a los procesos editoriales, con debates sobre diseño, ilustración y gestión de publicaciones, especialidades a las que se dedicó la Jornada, y en ese ámbito, se reconoció la labor de la editorial El Mar y la Montaña, que desde su fundación en el año 2000 ha contribuido a la difusión de la literatura guantanamera.
Víctor Enrique Sánchez Silveira, diseñador de esa institución y a quien también se le dedicó la edición, compartió experiencias sobre sus 25 años en la Editorial, e incluyó también las vivencias de la escritora y editora Mireya Piñeiro en la recuperación de la obra del poeta guantanamero Regino Eladio Boti.
El programa incluyó además conversatorios sobre literatura y medios audiovisuales, ilustración digital y promoción cultural, y las actividades llegaron a variados espacios como la Casa del Joven Creador, la Universidad de Guantánamo, la librería Ateneo Asdrúbal López y el Centro de Arte y Literatura Regino Eladio Boti.
Wilfredo Robas, vicepresidente de la AHS, destacó a la Agencia Cubana de Noticias que el evento surgió para llevar el arte joven a comunidades, y se visitaban municipios, como Imías, aunque como reto se plantean retomar ese vínculo con los territorios, pese a las limitaciones logísticas.
El arte joven cubano no puede quedarse solo en la ciudad -subrayó Robas- hay que llegar a esos lugares porque nadie sabe qué joven talentoso espera en los municipios por La Isla en Peso y la AHS para demostrar que sí puede hacer las cosas, añadió.
Robas reconoció que, aunque la asistencia no fue la esperada en esta edición, se logró el intercambio propuesto entre editoriales y creadores en busca de retroalimentación, y mostrar a los jóvenes invitados de otras provincias que en Guantánamo se cuenta con una variada programación cultural abierta para todos.