Lino Luben Pérez|Foto: Archivo
332
25 Septiembre 2022

huracanes-DORIAN.jpg 

La Habana, 25 sep (ACN) En los días finales del noveno mes del año, la tormenta tropical IAN amenaza al occidente cubano y el hecho es recordado por sus coincidencias con fenómenos hidrometeorológicos similares, una de las cuales ocurrió hace 105 años.

Entonces, en la misma fecha de septiembre de 1917, cuando un violento huracán de categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson (SS-4), su medidor más exacto, arrasó con la Isla de Pinos y la provincia de Pinar del Río.

Inicialmente, la temporada de 1917 resultó benigna, con apenas dos tormentas tropicales que se movieron lejos de la nación, comentó el profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, coordinador de la Comisión de Historia, de la Sociedad Meteorológica de Cuba.

Pero esa relativa tranquilidad se esfumó a finales de agosto, cuando el océano y la atmosfera se acoplaron mejor y aparecieron dos intensos huracanes en septiembre, amplió su información de manera exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias.

Recordó que el primero de ellos desarrolló vientos de 190 km/h (SS-3) sobre aguas del Atlántico; mientras el segundo, surgido el 20 de septiembre en un área de mal tiempo próxima al extremo sur de las Antillas Menores, casi igual que IAN, enrumbó hacia el Caribe y apuntó al Canal de Yucatán, aproximadamente a una velocidad media de 15 km/h.

Sin embargo, por la madrugada y la mañana del martes 25 de septiembre de 1917, Isla de Pinos quedó hecha añicos por vientos de 230 km/h, que dejaron en Nueva Gerona, La Fe y Bibijagua solo 10 casas en pie.

Ocho horas más tarde, el ojo del huracán tocó al sur de Pinar del Río, cerca de Guasimal, y continuó su trayecto destructivo sobre Consolación del Sur, Viñales y Santa Lucía.

La circulación del sistema era tan dilatada que alcanzó hasta La Habana, donde el viento se mantuvo a 52 km/h y dio una racha máxima de 108 km/h, medida en el Observatorio de Belén.

Ramos Guadalupe citó un reporte aleccionador de los archivos de esa institución, recibido en La Habana 12 días después, desde Pinar del Río:

“A las tres de la tarde empezaron las lluvias huracanadas. Los postes del telégrafo y de la luz eléctrica empezaron a ser derrumbados y nos quedamos incomunicados con el resto de la nación. De 6 a 8 pm el ciclón estaba en todo su apogeo, y era difícil y peligroso recorrer la población.

Lea más:

El barómetro marca 699 mm (931 hectopascal o una unidad de presión), con tendencia a seguir bajando. Firmado: Dr. Pedro Rodríguez, colaborador voluntario del Observatorio de Belén en Consolación del Sur.”

A la vista de tantas coincidencias… ¡preparados y alertas!, exclamó Ramos Guadalupe en una especie de alerta sobre lo que hay que hacer con IAN.