Varadero, Matanzas, 12 mar (ACN) Olyra Guzmán Proenza es cubana, licenciada en Geografía, tiene 26 años de edad y presentó en la Cumbre Mundial de la Juventud de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en esta ciudad balneario, un proyecto innovador enfocado en dinamizar la agricultura en Cuba.
En la introducción de nuevos métodos agrícolas para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, incluyendo recursos fito y zoogenéticos, en paisajes productivos en áreas seleccionadas de Cuba (Cobimas) se enroló esta joven; en la actualidad trabaja en cuatro áreas protegidas, pero el objetivo es expandir en el futuro el programa a otros sitios.
Guzmán Proenza en conversación exclusiva con la Agencia Cubana de Noticias dijo que el principal objetivo del proyecto, el que desarrolla junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), consiste en promover la conservación y uso sustentable de la agrobiodiversidad, a través de la introducción de la llamada intensificación sostenible de la producción agrícola.
Para la adaptación y rescate de especies de plantas y animales de importancia global para la alimentación y la agricultura ella participa en el primer componente de dicho proyecto, referido a la mapificación y conocimientos de los recursos genéticos que presentan esas áreas, crea una base de datos, sistema de información geográfica y define qué fincas conservan y producen variedades tradicionales.
La experta explicó que esas zonas (ubicadas en Ciénaga de Zapata, Las Tunas y otras localidades) constituyen refugio genético contra los efectos del cambio climático, pues son variedades que al no salir de su ambiente natural evolucionan en relación con el medio y son más adaptables a plagas, inundaciones, efectos de huracanes tropicales, entre otros fenómenos.
Olyra, en su presentación hoy en la Cumbre destacó la importancia de entender cómo las tecnologías, como la agricultura de precisión y el uso de imágenes satelitales, pueden ayudar a enfrentar los desafíos del cambio climático en la agricultura.
También resaltó la importancia del intercambio en aras de concientizar a los agricultores sobre el valor de las variedades tradicionales de cultivos y razas de animales, que tienen un potencial genético valioso frente a los cambios climáticos.
Argumentó que, aunque estas variedades no son tan rentables a corto plazo, su riqueza genética es crucial para la seguridad alimentaria futura, y anunció, además, la creación de minindustrias para elaborar productos como jugos y jamón a partir de cerdos endémicos, lo que genera un valor agregado que hace más atractiva la conservación de esas especies, al proporcionar ingresos económicos a los campesinos.
El proyecto innovador que defiende la joven geógrafa ayuda a combinar la conservación ambiental con la viabilidad económica, incentivando a los agricultores a mantener y proteger su patrimonio genético.