Norays Sandobal Mourel: Mientras respire, seré enfermera

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ACN - Cuba
Oscar Alfonso Sosa | Fotos: del autor
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12 Mayo 2025

Sancti Spíritus, 12 may (ACN) Ataviada con el impecable uniforme blanco, con su cofia que delata las más perfectas líneas y con un verbo que por su ternura se torna sanador, Norays Sandobal Mourel regala un secreto a voces: mientras respire será enfermera.

   La revelación brota desde el local del Hospital de Rehabilitación Faustino Pérez de la provincia de Sancti Spíritus, el pequeño espacio donde cada día se empeña, con el ozono como motivo, en sumar calidad de vida a los pacientes con esclerosis múltiple internados en la institución.

   Creo que nací con esa suerte de querer ayudar a los demás, subrayó a la Agencia Cubana de Noticias esta mujer que desde su Trinidad natal abrazó a la Enfermería como el motivo de su vida.

   Concluí mis estudios y en mis inicios laborales, hace poco más de dos décadas, tuve la suerte de vincularme a la medicina rural en el hospital de Algarrobo, comunidad ubicada entre las montañas del macizo Guamuhaya, en el municipio trinitario.

   Allí estuve por años atendiendo a una población muy noble, en un escenario donde me enfrenté a situaciones impensables y, a veces, muy complicadas para una joven que comenzaba a beber de la enfermería con el ejercicio práctico, pero nunca tuve miedo, apuntó.

   Un día llegó un campesino, rememoró, con una herida amplia y profunda en la cabeza debido a un accidente en la sitiería, el médico había salido a ver unos pacientes y cogí un teléfono, puntualicé algunas instrucciones y atendí al guajiro, sin contratiempos, pero esos retos me ayudaron también con mi formación.

   Cuando la medicina rural la curtió como enfermera, se trasladó a vivir a la ciudad de Sancti Spíritus; el embarazo, la hija y un nuevo escenario laboral le aguardaban.

   Me ubicaron en el Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos, en la sala de Cuidados Intermedios, puntualizó, y ahí se inició otro ciclo de preparación y superación profesional, hasta que en 2017 me incorporo al colectivo de la institución hospitalaria del Faustino Pérez.

   Y abrazó el desafío de asumir la ozonoterapia para los pacientes con esclerosis múltiple, una novedad en ese programa rehabilitador para este tipo de enfermos.

   Una compañera estaba adiestrada en esos menesteres y fue la responsable de alistarme para desempeñar los procederes que, sin dudas, me han hecho una persona más solidaria, humana y una enfermera más convencida de la necesidad de siempre brindar amor para sanar, recalcó.

   La ozonoterapia me ha obligado a ser hasta un poco psicóloga y comunicadora, significó con el orgullo de quien se sabe útil en una instalación donde se atienden pacientes de toda Cuba, me ha exigido más paciencia y voluntad para que los enfermos pierdan sus miedos al tratamiento.

   Y hasta el día de hoy aquí estoy, y estaré, porque sé cuanto necesitan de mí para que su vida sea mejor, manifestó, soy enfermera las 24 horas del día y así será en el tiempo por venir, porque es ese el sentido de mi vida.