Santiago de Cuba, 13 nov (ACN) Con el objetivo de garantizar el apoyo psicosocial en emergencia y desastre a las personas damnificadas por el huracán Melissa en Santiago de Cuba, una brigada multidisciplinaria integrada por profesionales de la salud de varias provincias realiza intervenciones comunitarias en las zonas más afectadas.
Yoysi Rondón, coordinadora de la brigada del Ministerio de Salud Pública para atender la salud mental y del proyecto y Centro de Neurodesarrollo y Autismo del Hospital Pediátrico Borrás Marfán, refirió a la Agencia Cubana de Noticias que la iniciativa también busca mantener la cobertura de los especialistas del territorio y la vitalidad de las instituciones y guardias médicas, a fin de brindar respuesta ante posibles urgencias psiquiátricas.

Expresó que es una forma de acompañar al pueblo indómito y a los profesionales de la salud y otros sectores que estuvieron vinculados al proceso de enfrentamiento y recuperación tras el azote del huracán, que tocó tierra cubana en la madrugada del 29 de octubre por el municipio santiaguero de Guamá.
Rondón indicó que se realizó un diagnóstico de intervención en diferentes localidades, donde se intercambió con pobladores y se identificaron personas clave, en pro de reforzar la vida comunitaria y las acciones de apoyo emocional.
Resaltó la resiliencia del pueblo de Santiago de Cuba, su fortaleza y capacidad para sobreponerse ante situaciones extremas, así como la disponibilidad de un personal altamente calificado y de centros especializados, con el propósito de acompañar a las poblaciones más vulnerables.
Adolfo Rafael Lambert, especialista de segundo grado en Medicina General Integral, expresó que la brigada está integrada por psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales, organizaciones, organismos e instituciones, y ha llegado hasta los poblados de El Cobre, Siboney, Cayo Granma, El Cristo, Boniato y los municipios de Guamá y Contramaestre.
El trabajo con grupos vulnerables, como embarazadas, personas mayores, adolescentes y otros en situación de riesgo, constituye una de las prioridades de estas acciones comunitarias, subrayó.
Lambert señaló que la iniciativa contribuye a que la población reconozca, con el acompañamiento de los equipos de salud mental, los principales factores asociados al estrés que puede generarse antes, durante y después del fenómeno meteorológico.
Explicó que este puede manifestarse desde las primeras 24 horas hasta más de un mes después del evento, período tras el cual se considera estrés postraumático.

Añadió que una de las mayores dificultades que enfrentan los afectados es la negación de lo sucedido y el miedo, tanto en los que permanecen en sus viviendas como en quienes se encuentran evacuados.
Según refirió, la intervención en crisis es una acción vital, porque ofrece esperanza, confianza y acompañamiento, y contribuye a prevenir conductas de riesgo como el consumo de drogas o el suicidio.
Esta atención también alcanza a los rescatistas y al personal de la salud, quienes estuvieron directamente expuestos al impacto del fenómeno, con una visión integral e interactiva, apuntó Lambert.
Alberto Cobián, presidente de la Sociedad Cubana de Psicología de la Salud, expresó que las brigadas acompañan a sus homólogos santiagueros con el propósito de realizar una intervención rápida de primera ayuda psicológica, en aras de evitar manifestaciones de trastorno de estrés postraumático con elementos depresivos, de angustia o desesperanza.
Destacó que la provincia cuenta con experiencia en este tipo de acciones, gracias al aprendizaje adquirido durante el huracán Sandy, en 2012, y el enjambre de sismos de 2017.
La Cruz Roja, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, la Dirección Provincial de Cultura y el Consejo de las Artes Escénicas también forman parte de esta brigada, enfocada en la recuperación rápida de Santiago de Cuba y su pueblo.
