Ciego de Ávila, 20 dic (ACN) En condiciones favorables, al acumular más de 57 millones 712 mil metros cúbicos (m3) de agua, representativos del 72 por ciento de su capacidad de almacenamiento, el Sistema Hidráulico Liberación de Florencia, en la provincia de Ciego de Ávila, ofrece garantías para cubrir las demandas del sector social, agrícola y energético durante el periodo de mayor agudización de la sequía, enmarcado entre los meses de noviembre y abril.
Rafael González-Abreu Fernández, asesor técnico principal de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Ciego de Ávila (Eahca), detalló a la Agencia Cubana de Noticias que el comportamiento de las precipitaciones durante los meses de septiembre y octubre, y el trasiego de alrededor de 50 millones anuales de metros cúbicos de agua a través de la derivadora Jatibonico del Norte, en la contigua provincia de Sancti Spíritus, posibilitaron el actual volumen en el reservorio florenciano.
De cuatro a cinco meses antes ―precisó― el panorama era distinto en ese municipio, catalogado como el más seco en la provincia, donde la escasez de lluvias redujo el nivel del embalse hasta un 29 por ciento.
El descenso del embalse generó múltiples tensiones en una localidad amenazada, en su totalidad y de forma constante, por la escasez de recursos hídricos, al estar enclavada en una zona montañosa, con predominio de acuíferos fisurales que almacenan sus reservas en la parte meteorizada de las rocas.
Esto conduce a bajos rendimientos en los pozos y una elevada tendencia al agotamiento en los periodos de mayor sequía, argumentó el experto de la Eahca.
Las condiciones geográficas y geológicas acrecientan las vulnerabilidades ante las insuficientes precipitaciones, debido a que no poseen sistemas de riego ni pozos con fertilidad para afrontar prolongadas e intensas sequías, explicaron, en declaraciones anteriores para la ACN, especialistas del Sistema Hidráulico Liberación de Florencia.
Oscar Monteagudo Brito, director técnico de la Eahca, también expuso anteriormente que Florencia se sitúa en un área fuera de cuencas, lo que limita el acceso a aguas subterráneas y acentúa los riesgos de carecer del vital líquido.
De los peligros definidos en el Plan de Reducción de Riesgos de Desastres del municipio de Florencia, la sequía constituye el más grave y cada año pone a prueba la capacidad de los tomadores de decisiones y el pueblo, en cuyas memorias prevalecen las experiencias del año 2017, cuando la escasez extrema de agua conllevó a que se decretara la fase de Alarma.
En este contexto, González-Abreu Fernández, también coordinador provincial del proyecto internacional Euroclima Plus, orientado a la reducción de riesgos y adaptación ante sequías e inundaciones, resaltó las contribuciones de ese programa global financiado por la Agencia Francesa para el Desarrollo, al facilitar la instalación de una estación meteorológica automática y un sensor de niveles y lluvia en el referido complejo hidráulico, con posibilidades de monitoreo en tiempo real.
Así robustecen el sistema de gobernanza con ciencia y coadyuvan a la toma de decisiones para aminorar vulnerabilidades, de manera que, en esta época del año y atendiendo a las peculiaridades del territorio, se reafirma la importancia de la intervención de Euroclima Plus en Florencia para el desarrollo de tecnologías encaminadas al control y manejo eficiente de los recursos hídricos.
A la par, esa iniciativa mundial, conducida por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, promovió la realización de estudios piloto de peligro, vulnerabilidades y riesgos, y de percepción pública, sobre afectaciones por sequía e inundaciones, lo que proporcionó valiosos datos para adoptar medidas en función de disminuir los impactos económicos y sociales de esos desastres naturales.
González-Abreu Fernández destacó que, ante la escasez de agua, los florencianos desarrollan mecanismos de adaptación en la agricultura, sector económico priorizado y el más representativo de la localidad, que fomenta los cultivos resistentes a condiciones de estrés hídrico y con capacidad para desarrollarse en secano.
Durante los últimos años, Florencia también se ha beneficiado con la ejecución de obras hidráulicas orientadas al mejoramiento de los sistemas de abasto a la población y entidades económicas, de manera fundamental en el poblado cabecera.
Aunque el periodo crítico de sequía se enmarca entre noviembre y abril, investigaciones recientes de la Eahca han demostrado que, en la provincia, la primavera, con las imprescindibles lluvias, puede retardarse hasta la tercera decena de mayo.