Santiago de Cuba, 19 may (ACN) El 19 de mayo del 2023 abrió sus puertas en la comunidad de Las Flores, del poblado de El Caney, en Santiago de Cuba, la casita infantil Idiomas de amor, como tributo al Maestro, al Héroe Nacional José Martí, en el aniversario de su caída en combate en igual fecha del año 1895.
Hoy, dos calendarios después, la institución educativa enclavada en la Facultad Preparatoria de la Universidad de Ciencias Médicas, de esta ciudad, se erige como sitio seguro no solo para el cuidado de niños y niñas de la primera infancia, sino también como espacio propicio para el desarrollo de sus habilidades y conocimientos.
Estoy muy agradecido con la experiencia, nos ha servido de mucho debido a la garantía para nuestra vida laboral y social, y porque en poco tiempo en el centro es palpable el gran progreso del niño, nos sorprende con todo lo que ha aprendido, la manera en que conversa, señala, comenta resulta gratificante ver su evolución cognitiva, manifestó Leonis Carbonell, padre del pequeño Anthony Karlos de 2 años de edad.
Mi esposa y yo formamos parte de la Empresa de Servicios Portuarios del Oriente, precisó, y cuando concluyó el tiempo de su licencia por maternidad, estábamos como locos buscando un lugar cercano, económico y con las condiciones necesarias para mantener al niño seguro para poder trabajar, entonces surgió esta casita y, sinceramente, agradecemos la iniciativa.
El intercambio con las educadoras es constante y necesario para saber qué aspectos mejorar, por eso resultan importantes las actividades conjuntas en las que como padres aprendemos también a escuchar a nuestros hijos, a darles protagonismo, a dejarlos hablar, participar y dar opiniones, significó.
Para Yailié Daudinot, madre de Ashley Malena y Ryan Kaleb, de 1 y 3 años, respectivamente, la mayor grandeza de la casita infantil son las educadoras, por el amor y la confianza que transmiten: ellas constituyen el primer beneficio para los niños y las familias, dijo.
Al conocer que abriría esta institución vi la luz, como se dice en el argot popular, porque en ese momento al varón no le había salido el círculo y ya estaba embarazada de la hembra, por eso me acerqué a la facultad a averiguar, tuve una buena acogida y me dieron la facilidad de matricularlo.
Como trabajadora del sector de la salud, Idiomas de amor implica una gran ventaja, aseguró la fisioterapeuta, ya que le ofrece la tranquilidad y la garantía de que sus hijos se encuentran en buenas manos, así puede dedicarse a su labor que requiere de concentración y entrega, pues contribuye a la rehabilitación de pacientes con accidentes cerebrovasculares, quienes necesitan apoyo emocional.
En la tarde, al recogerlos, los encuentra contentos, saludables, llenos de vida, ve en sus rostros el transcurso de un día feliz, y eso, según comentó, la llena de satisfacción.
Hombres recogerá quien siembre escuelas
Esta casita infantil se creó para ayudar a las madres trabajadoras que no tenían a sus pequeños en instituciones educativas, beneficiando desde el 2023 a varias familias de la Facultad Preparatoria de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, los centros laborales cercanos como la Empresa de Equipos Médicos, Retomed, la Unidad de Base de Plantas Medicinales, instituciones del Ministerio del Interior y personas de la comunidad de Las Flores.
Así lo expresó la Dra. Margiolis Valdés, especialista en Medicina General Integral, diplomante en Pediatría y decana de la entidad, creada para la formación idiomática de los profesionales de la salud destinados a cumplir misiones internacionalistas.
Idiomas de amor” cuenta con dos salones multiaños, el de infancia temprana y el de infancia preescolar, cada uno con capacidad para 30 pequeños, además posee una plantilla de seis educadoras, una de ellas master; cinco auxiliares pedagógicas, dos pantristas, dos gestoras o auxiliares generales, y una enfermera.
Aquí la dinámica es muy acogedora tanto para niños y niñas como para las familias, porque a las seños las caracteriza el cariño, la atención y el manejo adecuado de los menores, sentenció Valdés.
Por su parte, Sureysis Frómeta, jefa del nivel educativo Primera Infancia en el municipio Santiago de Cuba, explicó que todo lo relacionado con las casitas infantiles en el país se recoge en la Resolución 58 del 2021.
Para nosotros ha sido un reto extraordinario la creación de estas instituciones en el territorio, en aras de solucionar una parte de la demanda de círculos infantiles existente, gracias a ellas estrechamos relaciones con los diferentes organismos y organizaciones, tanto en su capacitación como en la búsqueda de alternativas para las madres trabajadoras y estudiantes con descendencia, refirió.
De acuerdo con Frómeta, los proyectos educativos se construyen de manera conjunta con todos los agentes y agencias del entorno, y surgen de las necesidades de quienes laboran en las propias entidades, lo que ha unido mucho más al sector con las comunidades, las empresas y el gobierno.
Hemos tenido que mover educadoras de círculos infantiles a las casitas y hoy tienen otras vivencias y desafíos, como atender salones multiaños, para eso se potencia la preparación metodológica concentrada y diferenciada que se les ofrece, aseveró.
Ya suman 12 y próximamente abriremos otros centros similares para seguir extendiendo la modalidad hasta que todas las madres santiagueras, trabajadoras del sector estatal o no estatal, tengan un lugar donde dejar seguros a sus hijos con la atención educativa que merece un niño cubano de la primera infancia.
Significó que las casitas infantiles de la provincia, como las del resto del país, han recibido los beneficios del proyecto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y como parte de ese gran esfuerzo en Idiomas de amor se agradecen el microwave, ventiladores, entre otros recursos para mayor confort de niños y trabajadores.
Para los niños trabajamos…
La educación es como un árbol, decía Martí, porque se siembra una semilla y se abre en muchas ramas, en este sentido, la labor de las seños es fundamental para lograr ese desarrollo integral del menor.
Karelia Godilla, educadora responsable del salón de la edad temprana, compuesto por pequeños de segundo y tercer años de vida, comenzó su vida laboral en un círculo infantil y es una de las fundadoras de la casita Idiomas de amor, donde, según refiere, tiene la oportunidad por primera vez de acoger a los niños desde la adaptación.
Ha sido maravilloso el proceso, es donde mejor se percibe el cambio, a veces llegan dando gritos por no querer separarse de sus padres y con nuestro trabajo logramos que en poco tiempo los saluden en la puerta, les digan adiós y se queden contentos, eso dice mucho de la atención, el cariño y la dedicación que les brindamos, expresó.
Espero que esta experiencia de las casitas infantiles no se detenga, y argumentó: la práctica ha demostrado que la iniciativa funciona y que beneficia tanto al niño como a su familia, este es otro logro de la Revolución para que las madres puedan trabajar con tranquilidad.
Consideró que no existen marcadas diferencias entre estas entidades y los círculos, la planificación del día es similar, todo se concateniza desde que amanece en función de los menores: recibirlos, orientar a las familias de las actividades de la jornada, la gimnasia, el juego, los procesos de merienda y almuerzo.
En Idiomas de amor no se elaboran alimentos, sino que cada pequeño consume lo que traen sus padres, de ahí la importancia del microwave donado por la Unicef, para que puedan ingerir los productos calientes.
Cuando se cumplen 130 años de la caída en combate del Apóstol cubano de la independencia, no podemos pensar en un mejor homenaje que el de potenciar el desarrollo de niños y niñas felices, buenos, inteligentes, aseados, educados y con decoro, sentenció.
Como Martí, para los niños trabajamos, dijo Godilla, no tenemos dudas de que ellos son los que saben querer, somos conscientes de que tenemos en las manos la esperanza del mundo, estamos formando a los hombres y mujeres de mañana, por eso le damos lo mejor, porque queremos que nos quieran, y nos vean como cosa de su corazón.