Los derroteros agrícolas de San Andrés

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ACN - Cuba
Oscar Alfonso Sosa | Foto: del autor
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11 Junio 2024

Con unas 280 hectáreas (ha) cultivables, la Unidad Empresarial de Base Polo Productivo San Andrés, de la provincia  Sancti Spíritus, tiene el desafío de consolidarse como un escenario donde se genere un número cada vez mayor de alimentos, no sólo por su posición en la capital espirituana, sino también por la cantidad de población a la que puede beneficiar.

   La certeza la tiene bien clara Meleine Macía Díaz, director de la entidad, quien puntualizó dos principios básicos para ese fin: que no haya tierra vacía y el aprovechamiento máximo de cada pedazo de suelo para multiplicar la producción a partir del intercalamiento en las plantaciones.

  El plátano será siempre nuestro cultivo líder, precisó a la Agencia Cubana de Noticias (ACN), pero ya podemos enseñar más de 140 ha sembradas de maíz, yuca, boniato y el despegue de otros frutales, además del mango, que es uno de los más establecidos en la zona.

  Manifestó que este es sólo el comienzo de un período de trabajo para el que cuentan con más de 130 ha en diferentes fases de preparación como parte de la campaña de primavera, y decenas sembradas para sumar comida, porque, entre otras novedades, a San Andrés le corre el agua por los cuatro costados.

  Sin embargo, el riego siempre ha sido la “espinita” que nunca han podido sacarse del todo, opinión compartida con Yoaxel Pérez García, director de la hoy Empresa Agropecuaria Integral Sancti Spíritus.

   A través de un Proyecto de Desarrollo Local, el gobierno del municipio espirituano aprobó más de cuatro millones de pesos para dinamizar las producciones en San Andrés, explicó el directivo. 

  Dijo que con ese dinero se compraron dos turbinas, par de sistemas de riego, más de mil 500 metros de manguera en la provincia de Holguín y partes y piezas imprescindibles para aprovechar al máximo las condiciones de esa unidad productora.

  El escenario productivo se benefició también con un crédito saudí, con el que se adquirieron dos enrolladores e igual número de turbinas, para cubrir con irrigación toda el área cultivable, multiplicar los frutos y extender la vida útil de los platanales.

   La otra batalla está en materializar todas las alternativas que posibiliten en San Andrés una fuerza de trabajo estable, bien atendida y con salarios estimulantes, en un momento en que la competencia está signada por los altos pagos de los jornales en el sector privado.

Parada en Los Pololos

   Desde que el equipo de reporteros se adentra en el escenario productivo del colectivo laboral Los Pololos, con dos fincas, más de 30 ha y 15 obreros en la nómina, advierte que si algo no falta allí es trabajo.

  Platanales en producción, limpios y bien manejados; una plantación nueva de guayaba, con sus primeros frutos visibles y una floración abundante; y sembrados de yuca, boniato y maíz que reciben con beneplácito el pase de los bueyes y la guataca; les dan la bienvenida a los visitantes. 

  Pero esto es apenas el comienzo de lo que hemos podido hacer aquí, refirió sin titubeos José Cisnero Reyes (Chefi), quien dirige a ese pequeño grupo de obreros “laboriosos y dispuestos”, quizás el mejor medidor de lo realizado.

  Avanzamos en la apertura de canales para soterrar las conductoras de agua, con tramos ya concluidos, y en la medida en que el combustible lo permita aceleramos esa tarea, pues con todo lo que nos ha entrado de tecnología, garantizar cobertura total de riego cuanto antes significa más comida, mejor economía y bienestar para los trabajadores y la población, subrayó.

  Pero ya sembramos también melón entre las hileras de guayaba, resaltó, y dos surcos de malanga, sobre todo para fomentar la semilla que nos permita en un futuro inmediato, en buenas tierras y con garantía de agua, sumar una primera caballería de este renglón, prácticamente olvidado en el lugar.

   Puntualizó Cisnero Reyes que el intercalamiento no se detendrá por todo lo que aporta en materia productiva.

   En estos momentos trabajamos en la liberación de las áreas que nos restan con maleza, significó, fomentamos nuevos platanales y otras plantaciones de viandas con mejor semilla y acondicionamos lo que será el módulo pecuario.

  Estos hombres y mujeres tienen la virtud del sentido de pertenencia, respaldado en alimentos seguros para su familia, garantía de meriendas a partir de las cosechas de los propios frutales y un sistema de pago por resultados, con una formación de salario real que ronda los 12 mil pesos.

  Sin desconocer las dificultades que enfrentan en la actualidad quienes asumen la producción de alimentos, San Andrés aprovecha la inyección de medios y recursos para consolidarse como un polo productivo donde el trabajo colectivo y la sapiencia “abonan” sus suelos.