Jornada cubana por la no discriminación

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Giselle Vichot Castillo| AIN FOTO/Abel ERNESTO
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09 Mayo 2015

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Orientada a sensibilizar a toda la población cubana en relación con los derechos laborales de las lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI), se desarrolla desde el pasado cinco de mayo y hasta el 23 del propio mes la VIII Jornada Cubana Contra la Homofobia y la Transfobia.
   “En Cuba los principios que defiende el derecho a la no discriminación por orientación sexual ya están en la política y no solamente en los anhelos de justicia social; la política se aplica y hay que aterrizarla en leyes y en acciones concretas”, aseveró Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) y Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
   Numerosos son los logros en Cuba en esta lucha por la no discriminación y el derecho a la libre y responsable orientación sexual e identidad de género como ejercicio de equidad y justicia social.
   Sin embargo, los resultados motivan a no cejar en lo que aún falta y en tal sentido este año la jornada está encaminada, como declaró recientemente la directora del Cenesex, a influir sobre  el sistema jurídico cubano para patentizar los principios de no discriminación.
   En ese escenario, destaca la inclusión en el Código de Trabajo, aprobado en 2014, de los conceptos de no discriminación por orientación de género, resultado alentador pero aún insuficiente si se analiza que el documento legal no recoge un concepto crucial como lo es identidad de género, cuestión subrayada en varias ocasiones por Mariela Castro.
   “El uso de conceptos como el principio de no discriminación es un primer paso muy importante, sobre todo cuando su contenido encierra derechos”, reconoce la especialista.
   En este sentido, la Directora del Cenesex, expresó que los derechos sobre género y sexualidad “no solo se logran mediante legislación. Deben ir acompañados de un trabajo educativo y de comunicación social permanente”.
   Esa sería la mejor vía para que la población discuta, reflexione, se informe y se interese por dichas problemáticas”.
   En esta línea de pensamiento, Federico Braña, Director Nacional de Promoción Sociocultural del Ministerio de Desarrollo de Uruguay e invitado a la VIII Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia, reconoce que en ocasiones el respaldo legal resulta exiguo cuando la ley no se concreta en hechos desde la base social.
   Braña admira la prioridad que el Cenesex  brinda a los procesos de educación y comunicación, pues son acciones que influyen en el reconocimiento, por parte de los individuos, a la importancia que tiene avanzar en estos derechos.
   Para Diana Sacayán, activista de la causa de los transexuales en Argentina,  el mensaje que defiende la Jornada en este 2015, “por espacios laborales más inclusivos” para el colectivo LGBTI, adquiere un marcado significado, sobre todo cuando la mayoría de las personas transgénero en Latinoamérica viven en situaciones de prostitución”.
   Ello se debe a que con frecuencia esos individuos han sido expulsados de sus hogares y escuelas, y por ende, no disponen de habilidades para poder competir en el mundo laboral.
   Hasta el momento, señala Sacayán, en Argentina la Ley de Identidad de Género es uno de los basamentos legales más avanzados en cuanto al reconocimiento de la identidad transgénero; sin embargo, es una ley “bisagra” que limita a luchar para que se reconozcan los derechos económicos, políticos y culturales.
   A propósito de tratar la posibilidad de lograr espacios laborales más inclusivos, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) coauspicia la VIII Jornada cubana, junto al Sindicato de la Construcción de Uruguay.
    Lo anterior es algo novedoso en este contexto, pues es la primera vez que se logra integrar de manera directa a los sindicatos de trabajadores de Cuba en esta causa.
    El hecho de que la CTC intercambie experiencias con el sindicato de Uruguay es muy interesante, pues la organización extranjera lleva adelante prácticas alentadoras de integración de los colectivos LGBTI a los espacios laborales.
    La integración de la CTC  es un paso importante para educar en el respeto a la libre y responsable orientación sexual e identidad de género.