Dos años después, la FEU de Cuba sigue en Congreso

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Maria Elena Alvarez Ponce | Foto / Archivo AIN
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02 Septiembre 2015

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Fue Julio Antonio Mella quien afirmó, que “para los jóvenes comprometidos con su época, todo tiempo es corto para hacer”. Con igual creencia, las “pilas” bien cargadas y el pie derecho, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de Cuba, comienza el curso escolar 2015-2016.
   No tiene fecha de caducidad la frase, que trasciende y perdura -por lo que dice, y porque quien la dijo refrendó con su existencia meteórica tales palabras-, y presidió el VIII Congreso de la organización, antes, durante y después de sus sesiones, un “después” del cual este año académico también será testigo.
   No ha parado la FEU desde que el 20 de diciembre de 2012, nada menos que en su cumpleaños 90, convocó para junio del año siguiente a una cita, cuyo espíritu inquieto y transformador se ha empeñado en preservar y hacer valer, lo mismo que sus debates, ¡y vaya que lo ha logrado!
   ¿Cómo? La fórmula parece sencilla, pero ha hecho a todos sudar la gota gorda: Ningún planteamiento -a cualquier nivel e independientemente de a quién correspondiese dar respuesta- ha quedado en palabras, cayó en saco roto o languidece en una gaveta.
   Nunca antes se ha hecho un seguimiento tan constante y a fondo a los acuerdos de una de estas citas, como el realizado con el Proyecto Pensamiento, reconoció José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido, en el resumen de un reciente encuentro del Consejo Nacional de la FEU en la capital cubana.
   El Congreso nos dejó el método: escuchar, debatir, gestionar, discutir con quien toca, y lo más importante, volver una y otra vez a las bases -las brigadas-, centro, motor y principal destino del cambio y las acciones, afirmó Jennifer Bello Martínez, que como miembro del Secretariado Nacional ha tenido arte y parte en el proceso y, desde este 29 de agosto, Presidenta de la FEU.
   Como acuerdo final, el Congreso decidió que, al cabo de dos años, hiciéramos un alto en el camino para un balance, que nos permitiera repasar lo acontecido y logrado, saber exactamente en qué punto estamos, cuánto nos queda, qué nos está faltando o debemos ajustar, perfilar más, perfeccionar e, incluso, probar otras vías, abrir cauce a nuevas ideas, porque lo importante es no dejar morir este proceso dentro y fuera de las aulas, explicó a la AIN.
   El momento ha llegado, y en su reunión, la pasada semana, el Consejo Nacional de la más antigua de las organizaciones de masas de Cuba dio luz verde a ese proceso de discusión post Congreso, no sin antes analizar en detalles sus objetivos, ideas generales y cada paso; el primero, la necesaria preparación de las estructuras y de quienes han de conducir el debate.
   El próximo 30 de septiembre -cuando se cumplen 85 años del asesinato Rafael Trejo, el primer mártir de la FEU-, comenzará la discusión en las brigadas, etapa primera y crucial, que dará a todos la palabra y la posibilidad de aportar impresiones, criterios y experiencias en esta suerte de inventario colectivo.
   Implicar y sumar a cada estudiante, para que el discurso siga concretándose en acciones que ayuden a modificar escenarios y realidades, desde la participación real y consciente, es lo que queremos, enfatizó esta matancera de 23 años y ya en el último de la especialidad de Pedagogía-Psicología.
   Entre las premisas para el éxito, mencionó el lograr “conectar” al proceso al alumnado de primero, segundo y tercer años, una generación que no vivió el Congreso, ni hizo parte de aquella fiesta del pensamiento, y “a la cual debemos enterar de los temas candentes que fueron puestos entonces sobre la mesa de discusión y que al final se tradujeron en políticas, decisiones y proyectos para beneficio de los universitarios cubanos”.
   En tal sentido, exhortó a los dirigentes y toda la membresía de la FEU a prepararse para un proceso que esboce continuidad y no ruptura, que alce lo nuevo desde la experiencia y, sin olvidar lo acordado ni retroceder en lo logrado, relance las pautas para el trabajo hasta el IX Congreso.
   La transformación de la vida y quehacer de la organización y en las universidades desde la octava cita, será el centro del debate, que a nivel de brigada debe concluir el 28 de octubre venidero, para continuar luego por facultades (del dos al 14 de noviembre) y centros (del 17 de noviembre al 10 de diciembre).
   Para un balance final y resumen de este proceso asambleario, tendrá lugar en La Habana, los días 27 y 28 de enero de 2016, una reunión ampliada del Consejo, que honrará en su fecha natal a José Martí, y que por el número y representatividad de los participantes y la propia agenda, devendrá mini Congreso, adelantó la también diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
   Sobran razones, pues, para seguir de cerca un debate, que mantendrá ocupados a los universitarios buena parte de un año académico, en el que la FEU ha de acompañar, apoyar y, más aún, liderar las transformaciones que continúan sucediéndose en la Educación Superior, en busca de una excelencia, que para Cuba significa la formación de profesionales competentes y comprometidos, hombres y mujeres cultos, ciudadanos ejemplares, patriotas leales, revolucionarios consecuentes. ¿Y acaso no fue ese el superobjetivo del VIII Congreso y cada uno de sus acuerdos?