En el latido constante de Villa Clara, donde la urgencia suena en cada sirena y el coraje se materializa en actos de servicio, reside la historia de un cuerpo que honra la vida con su propia entrega: el Cuerpo de Bomberos.
Durante décadas, estos hombres y mujeres se erigen como guardianes incansables, tejiendo un legado de valor, lealtad y sacrificio que resuena en cada intervención, en cada vida salvada.
La máxima que define su vocación es clara y profunda: "Un bombero no nace, se hace, con entrenamiento, coraje, honor, lealtad y nobleza".

Estas palabras no son solo un lema, sino también el ADN en la fibra de cada uno de ellos, la guía que los impulsa a enfrentar el peligro, a desafiar las llamas y los escombros, a adentrarse en la adversidad con determinación inquebrantable.
Cada vez que una sirena irrumpe en la tranquilidad, se evoca el sacrificio inherente a su labor. Es el eco de aquellos que, en momentos de crisis, ponen su propia vida al servicio de la comunidad, para enfrentar el humo denso, el calor abrasador y la incertidumbre con una sangre fría que impresiona.
En esos instantes críticos, en el que la decisión rápida y la audacia son imperativas, el espíritu de estos héroes se manifiesta en su máxima expresión.

Su historia se entrelaza con la de los mártires de la patria, aquellos que ofrendaron su existencia por un futuro más seguro y justo.
Los bomberos de Villa Clara, en su diaria misión, honran ese legado de sacrificio, demostrando que el valor además de enfrentar el fuego, es el compromiso inquebrantable con la protección de sus compatriotas.
Su trabajo persistente y consagrado, reconocido por la población, es testimonio de su invaluable aporte.
Y en la estructura de este cuerpo de valientes, en la formación de nuevas generaciones que continúan el camino del heroísmo, se erige la figura del teniente coronel Ernesto Lima Guevara.

Con 37 años de servicio en el Ministerio del Interior, la trayectoria de Lima Guevara constituye faro de experiencia y dedicación.
Es el líder que inspira, el mentor que forja temple y carácter, el hombre cuya presencia se siente imprescindible en la línea de quienes salvan, a riesgo de todo, hasta de la propia vida.
Bajo su guía, el legado de coraje y nobleza del Cuerpo de Bomberos de Villa Clara sigue vivo, protegiendo el presente y asegurando un futuro más seguro para todos.


