Cuba es, per se, un destino abocado a la náutica. A lo largo de sus 70 mil kilómetros cuadrados de plataforma insular, este archipiélago del Caribe atesora escenarios naturales de singular belleza y una bien dotada infraestructura, para desarrollar una modalidad turística con potencialidades aún sin explotar.
Con especies marinas exóticas y barrenas coralinas ranqueadas entre las mejores del mundo, la Isla dispone de 600 kilómetros de playas naturales y unas 200 bahías, donde habita una rica diversidad biológica como pocas en la región.
Para complementar esos regalos de la naturaleza, en el país existen 39 centros internacionales de buceo, 11 bases náuticas y 12 marinas, enclaves administrados por los grupos cubanos Marlin S.A. y Gaviota, en los principales polos.
Equipadas y habilitadas para recibir tráfico internacional, nueve marinas turísticas constituyen ya nuevos puntos de entrada al territorio nacional, las cuales cobrarán mayor importancia en la medida en que se reanimen sus servicios y crezca la entrada de embarcaciones provenientes de grandes mercados emisores cercanos, como Estados Unidos.
No obstante estas potencialidades, el turismo cubano reinventa hoy su producto para dotar al destino de una oferta más diversa y atractiva, y donde la modalidad náutica constituye una de las líneas priorizadas, en busca de captar un segmento de mercado de altos ingresos.
En ese sentido, conforman la cartera de Marlin y Gaviota actividades como la pesca deportiva, el buceo contemplativo, paseos marítimos en lanchas rápidas y deportes náuticos, entre los que destacan el kitesurf y el seakayak, novedosas propuestas en la Isla que seducirán a los amantes de la aventura.
Condiciones excepcionales para la práctica del buceo también distinguen al archipiélago, dotado de aguas tranquilas, transparentes y cálidas (entre los 24 y 28 grados Celcius), corrientes y clima estables, visibilidad media de 30 a 40 metros para inmersiones, poco oleaje durante casi todo el año, y en especial, una probada seguridad marítima.
Los casi 40 centros de buceos disponibles cuentan con instructores preparados en el rescate y salvamento subacuático, primeros auxilios y oxigenación. Además, en esas instalaciones es obligatorio mostrar la titulación internacional que avala al cliente para realizar inmersiones, y está prohibida la extracción de especies de su hábitat.
Oportunidad para realzar Cuba como atractivo destino para el turismo náutico y de aventura, también devienen los torneos de pesca de la aguja que se realizan cada año en La Habana y Jardines del Rey.
Una extensa plataforma, de zonas bajas y costas altas, con especies bien conservadas, han hecho de la Antilla Mayor escenario idóneo para efectuar esos eventos, y en particular el “Ernest Hemingway”, uno de los más vetustos de su tipo en el mundo y que arriba este año a su 65 edición.
Pero más allá de los esfuerzos nacionales, en este empeño por incentivar la náutica son indispensables, además, los recursos externos; motivo por el cual Cuba busca socios extranjeros que suministren equipos y tecnologías de avanzada, necesarios en la conformación de productos más completos.
Entre los proyectos que ofrece a inversionistas foráneos, se priorizan a su vez los contratos de administración de servicios en marinas y náuticas, con compañías de reconocido prestigio en el planeta, con vistas a incrementar las prestaciones y elevar los estándares de calidad en esos espacios.
Con estas premisas, llega ahora la XXXV Feria Internacional de Turismo, FitCuba 2015, dedicada precisamente a la modalidad náutica y a Jardines del Rey, uno de los principales polos cubanos donde se estimula la actividad.
Venus Carrillo Ortega
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06 Mayo 2015
06 Mayo 2015
hace 10 años