En Cuba emprender una actividad por cuenta propia ya no es novedad. A casi cinco años de su reapertura, al sector privado se han sumado más de medio millón de cubanos. Pero, lo que sí se mantiene todavía como un terreno prácticamente virgen es el uso del financiamiento bancario para desarrollar proyectos particulares.
“Vaciar” los bolsillos propios o pedir dinero fiado a familiares y amigos, incluso del extranjero, ha sido el "modus operandi" preferido para iniciar o impulsar cualquier actividad en el escenario económico del país.
Desde la aprobación en 2011 de la nueva política crediticia en la Isla, el Banco de Crédito y Comercio es la institución que más ha financiado a cuentapropistas. No obstante, hasta abril último sus demandantes representan apenas el cinco por ciento del total de trabajadores que hoy se desempeñan en la creciente modalidad de empleo.
Ante ese escenario, la banca cubana transforma sus estructuras, en aras de acercarse más a las necesidades de los nuevos segmentos económicos. Una de las estrategias fue la creación en el país de áreas especializadas para atender a cuentapropistas y a las emergentes cooperativas.
Desde septiembre de 2014, el Banco Metropolitano (Banmet) implementó esta iniciativa en La Habana, provincia que agrupa al mayor número de las formas no estatales en Cuba.
Una puerta exclusiva al banco
Sita en Lacret y Juan Delgado, municipio de Diez de Octubre, la llamada Oficina de Créditos –única de su tipo en la capital- tiene la misión de brindar asesoramiento y atención especializada sobre el tema, según comentó su directora Carmen Rodríguez, al ser entrevistada por la AIN.
El Banmet posee 90 sucursales, y en 27 de ellas tiene personal capacitado para atender a las nuevas formas económicas, además de asumir los servicios a la población y personas jurídicas.
A diferencia de esas unidades, aquí los clientes reciben un tratamiento personalizado, y con la facilidad de un horario más flexible (de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.), que les permite acudir a la oficina sin afectar su negocio, resaltó Rodríguez.
De acuerdo con la directiva, hasta la fecha se han atendido alrededor de 100 trabajadores por cuenta propia, y otorgado dos millones 600 mil pesos, fundamentalmente a elaboradores- vendedores de alimentos y a arrendadores de viviendas.
En el caso de las cooperativas no agropecuarias, ya 40 han acudido a la oficina en busca de asesoramiento, y se han aprobado 21 millones de pesos en créditos, añadió.
Consciente de que tales resultados son insuficientes, Rodríguez destaca la importancia de las labores de promoción para hacer frente a la persistente falta de conocimiento y cultura de trabajar con el banco.
Este escaso hábito es el principal motivo por el cual brindamos asesoramiento, y para ello disponemos de tres especialistas, quienes también analizan los préstamos, que luego son aprobados o no por el comité de crédito de la oficina, sostuvo.
Con el fin de agilizar el proceso, resaltó que el comité sesiona en cualquier momento, y en un plazo de hasta una semana envía las solicitudes aceptadas a las sucursales cercanas al lugar de residencia del demandante o a su negocio.
Por cuenta propia y ¿con dinero del banco?
Todas las sucursales del banco no están preparadas para afrontar el trabajo especializado con el sector no estatal, de ahí que la existencia de un local con las personas calificadas en el tema es muy positivo y facilita los trámites, considera el tenedor de libros Darién García, quien vista con frecuencia la Oficina de Créditos del Banmet para solicitar préstamos en representación de sus clientes.
Desde 2011, este joven licenciado en Contabilidad y Finanzas asiste a las formas no estatales en sus negocios, y entre otros servicios, los auxilia en los temas ban
carios.
“Uno de los principales problemas que presentan es el desconocimiento sobre las ventajas de impulsar las actividades con la ayuda del crédito; muchas veces prefieren pedir préstamos a determinadas personas, incluso del exterior, ignorando las favorables tasas de interés que ofrecen los bancos en Cuba”, refiere.
Tras enterarse de la existencia de la oficina radicada en Diez de Octubre, primero por un anuncio televisivo y luego por el periódico, García ya ha tramitado aquí financiamientos para cinco cooperativas y un trabajador por cuenta propia.
Aunque considera el crédito como una oportunidad para el cliente, insiste en la necesidad de una cartera de productos y servicios bancarios adaptada a las distintas urgencias financieras de los no estatales, fundamentalmente en el corto plazo, que puede ser hasta por dos o tres días.
Presente por segunda vez en la oficina de Lacret y Juan Delgado, el parqueador Justo Oro se dispone a pedir un nuevo préstamo. “Llegué aquí por una información que me dieron en el banco, y en menos de una semana me otorgaron el monto que había demando. Ahora regreso porque necesito más dinero para terminar de reparar el piso del garaje”.
“Nunca he solicitado un crédito por otra sucursal, pero para mí esta vía es mejor, sobre todo por el acompañamiento de los especialistas”, opina.
Para Jorge Ibrahím, económico de la cooperativa El Biky, “los bancos trabajan con mucho profesionalismo, son de las entidades que mejores informadas están, incluso ayudan a validar la factibilidad del proyecto, pues de no ser así no aprobarían el crédito”.
Sin los 15 millones de pesos conferidos por el Banmet, hubiese sido casi imposible para los gestores de El Biky construir en los mil
600 metros cuadrados, de la céntrica esquina de Infanta y San Lázaro, un singular complejo gastronómico que agrupa en una misma casa dos restaurantes, un bar y una panadería-dulcería.
El inmueble cedido en arrendamiento se encontraba en un estado de deterioro total, rememora Jorge Ibrahím, económico de la cooperativa, mientras reafirma que fue una necesidad acudir a la vía del crédito para la ejecución de las operaciones constructivas y la compra de equipamientos.
Tendiendo puentes hacia los no estatales
Con el fin de acercarse más a un sector que continúa creciendo en Cuba, Isabel Sanz, vicepresidenta de Banmet, informó a la AIN que este año pretenden abrir otra oficina de créditos en El Vedado, municipio de Plaza de la Revolución, y para inicios del 2016 una en Centro Habana.
Otros de los propósitos en estudio es que todas nuestras sucursales puedan atender a este segmento, y de esa manera lograr que el banco esté más próximo al lugar de residencia del cliente o a su negocio, resaltó.
Según la vicepresidenta, una estrategia implementada en julio último por el Banmet fue la habilitación del correo electrónico negocios@banmet.cu, por el cual los trabajadores por cuenta propia pueden enviar solicitudes de créditos, de apertura de cuentas y de asesoramiento sobre otros servicios financieros.
Para Sanz resulta fundamental adecuar las estructuras bancarias a las necesidades de las crecientes formas de gestión, una tarea incluida dentro de los cambios emprendidos en el país como parte de la actualización de su política socioeconómica.
Y es que, de la misma manera que para los privados no era común pedir préstamos para desarrollar sus actividades, resulta novedoso para el personal bancario realizar tales operaciones.
No obstante, las entidades financieras cubanas ponen en práctica atractivas propuestas que permitan impulsar la casi naciente alianza con el emergente sector económico en Cuba.