Ulicer Aguilera: el vuelo del coraje en los cielos de París

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ACN - Cuba
Boris Luis Cabrera | Foto: Calixto N. Llanes (Jit)
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16 Diciembre 2024

La Habana, 16 dic (ACN) El paratleta cubano Ulicer Aguilera firmó una de las historias más épicas de esta temporada, cuando más que una jabalina, lanzó un mensaje de vida en los Juegos Paralímpicos de París 2024.

En un Stade de France abarrotado, el holguinero inscribió su nombre con bronce y dejó una marca imborrable en el alma de quienes lo vieron competir, romper el aire con su dardo, fijar un récord para América y quebrar las barreras del dolor y la adversidad.

Una semana antes, un desgarro en su pierna izquierda lo puso al borde del retiro, pero Aguilera es de esos hombres que no entienden de barreras imposibles y dijo con la convicción que solo tienen los que ya han enfrentado lo más difícil, que saldría al campo aunque tuviera que regresar a su patria en silla de ruedas.

Desde su infancia, marcada por una discapacidad visual, aprendió que la verdadera fortaleza no está en las piernas, sino en el corazón.

A los 14 años, cuando descubrió el atletismo paralímpico, entendió que el deporte podía ser su lenguaje y su libertad. Entrenaba en campos de tierra, muchas veces con jabalinas improvisadas, pero siempre con la mirada puesta más allá del horizonte.

El camino hasta París no fue fácil. Con más de una década de dedicación pasó por torneos nacionales e internacionales, conquistando medallas en Juegos Parapanamericanos y elevando el nombre de Cuba en cada competencia.

En la Ciudad de la Luz, su esfuerzo tuvo el sabor del sacrificio y la gloria. Al momento de su lanzamiento y sin la carrera de impulso completa, cada centímetro dependía de la técnica, la fuerza y sobre todo, la voluntad.

Cuando la jabalina aterrizó a 62.51 metros, el rugido del público confirmó lo que él ya sabía: había vencido, no solo en el deporte, sino en la vida.

Con su medalla de bronce al cuello regresó a Cuba con la nueva meta de inspirar a las futuras generaciones. Su sueño es fundar una escuela de atletismo paralímpico en su provincia, donde niños y jóvenes puedan aprender que las barreras existen solo para ser superadas.

En medio de tantas historias de coraje, Ulicer Aguilera nos dejó un recordatorio invaluable: los verdaderos héroes no son los que nunca caen, sino los que se levantan y vuelan, como su jabalina, más allá de lo imaginable.