La Habana, 25 abr (ACN) Con Ciego de Ávila y Las Tunas prácticamente con un pie dentro de la postemporada, la batalla por los otros dos cupos se ha vuelto hoy una verdadera guerra entre Industriales, Granma, Santiago de Cuba y Pinar del Río.
La tabla aprieta y los ánimos también: los azules capitalinos (15-18), Alazanes y Avispas (ambos con 13-16) comparten la presión de estar a seis juegos de los líderes avileños (19-10), mientras los Vegueros pinareños (14-19) acechan a solo un pasito más atrás, a siete rayas.
Ayer, la historia se escribió con letras rebeldes: los tres de abajo se sublevaron con triunfos que calentaron aún más el ambiente.
Santiago de Cuba sacó la artillería pesada en el Latino y apabulló a Industriales 11-2 con cuadrangulares de Yoelkis Guibert (que además pegó doble y empujó tres) y Eduardo García, quien llegó a 32 remolques y se trepó solito en la cima de los empujadores. Joel Tejeda fue un muro desde el bullpen con cuatro entradas sin libertades.
En Ciego, Granma silenció a los Tigres con una joya monticular de Lismay Ferrales, quien tiró juego completo con solo tres hits para el 4-0. Palma, Cosme y Pozo comandaron la ofensiva de los Alazanes.
Mientras, en el Julio Antonio Mella, Pinar le pasó por encima a Las Tunas 11-4 gracias a un festín de 14 hits, con protagonismo para Dainiel López (HR), y la dupla Sánchez-Arrechavaleta, que empujaron seis. Raykol Suárez se llevó la victoria tras seis capítulos sólidos, con respaldo de José Sánchez desde el relevo.
Hoy continúa la acción con el segundo round de cada duelo:
En el Latino, Raymond Figueredo intentará devolverle el aliento a Industriales frente a Osvaldo Acuña, que buscará repetir la dosis por Santiago.
Ariel Zerquera (líder en victorias del torneo con seis) se subirá en la lomita del Cepeto para intentar devolverle el paso firme a los Tigres ante Sammy Benítez por Granma.
Y en el Mella, Mario Valle subirá al montículo por Pinar para enfrentar al zurdo tunero Eliander Bravo.
Las cartas están echadas y con pocos partidos por delante, cada inning pesa como una final. El que pestañee, se queda fuera.
