La Habana, 14 jun (ACN) La Sala Chaplin del Vedado capitalino exhibió este viernes, “Hart, pasión por Cuba” (2013), documental que a lo largo de poco más de media hora, transita los caminos de ética, lucha y compromiso que defendió Armando Hart Dávalos durante su fructífera existencia como combatiente, intelectual y político.
Rolando Almirante, su realizador, comentó a la Agencia Cubana de Noticias, que luego de acercamientos profesionales a propósito de materiales audiovisuales por el centenario del ex presidente dominicano y profundo intelectual Juan Bosch (1909-2001), y la serie Cubanos en primer plano (Mundo Latino), se propiciaron los contextos ideales para hacer un documental dedicado a Hart.
La Dra. Eloísa Carreras Varona, esposa del revolucionario, había constituido para ese entonces la oficina Crónicas: verdadero archivo vivo con las cartas, obras, fotografías, discursos, ensayos, libros sobre él, y todo lo reunido luego de más de 50 años de labor política y cultural, destacó Almirante.
El título del audiovisual responde al que la propia Eloísa había puesto a un ensayo muy valioso, donde la investigadora explica ese amor por la Patria y los fundamentos que constituían la arquitectura de ese amor, agregó.
“Hart, pasión por Cuba” se sumerge en esa existencia respetando la línea de tiempo desde sus luchas juveniles como parte de la Generación del Centenario tras el golpe de estado de Fulgencio Batista, su amistad con Frank País, la hermandad con Fidel Castro, el alzamiento del 30 de noviembre en Santiago de Cuba, pasando por las tareas tras el triunfo de Revolución en ministerios tan decisivos en época de cambios como el de Educación y Cultura.
Todo ello matizado por la voz del propio Almirante revelando fragmentos del sustancioso y excepcional epistolario, lleno de ideas medulares que ayudan a comprender esa pasión por la que transita el metraje.
El líder del proyecto D'Alma Films Producciones, reconoce que fue una búsqueda febril, llena de complejidades, estudio pormenorizado, capacidad de síntesis, muy minucioso. Había que encontrar esos puntos dramáticos o de giro, que dieran continuidad a elementos biográficos o temáticas diferentes.
La concreción también fue posible gracias al apoyo del Archivo Fílmico del ICAIC, que brindó todo el apoyo con imágenes históricas recientemente restauradas que hablaban por sí solas, destacó.
Ideas que se suceden con absoluta coherencia, crean una especie de cápsula del tiempo dentro de “Hart, pasión por Cuba”, cuya vigencia otorgan rigor ético, humanista y jurídico al pensamiento de un hombre que realizó incontables aportes a la política cultural, al diálogo intergeneracional, y la puesta en valor de la excepcionalidad de los intelectuales.
Una de aquellas cartas citadas por el documental, reza: Amo un poquitico más a Cuba que al resto del mundo, porque aquí el azar o el destino me colocó; pero hay que querer a la humanidad toda casi igual; hay que aprender a ver el brillo idéntico de las estrellas en todas partes.
Reivindicador además de la guayabera como símbolo de identidad y la necesidad de incorporarla al más estricto protocolo a la par del “cuello y corbata”, Hart no se reconoce como escritor, sino como “hablador”; y en esa batalla por la cultura y la política, la mayor alegría que podría recordar: estar siempre junto a Fidel en los momentos más difíciles y heroicos.
Con una sustanciosa carrera como documentalista y profesor, Rolando Almirante guarda un lugar especial para “Hart, pasión por Cuba”; y manifestó sentirse satisfecho porque se exhibiera otra vez para que las nuevas generaciones y otros públicos de la actualidad pudieran apreciar la inmensa obra del cubano, a 95 años de su nacimiento; testimonio de vida, de valores y de una Patria construida con ideas y acciones.