Artemisa, 6 sep (ACN) Enrique Ojito Linares, Reinaldo Cedeño Pineda, Yuliet Pérez Calaña, Ayose García Naranjo y Ricardo López Hevia, estuvieron en el festejo del semanario el artemiseño por el Día Internacional del Periodista; no hizo falta que viajaran, allí estaban sus letras y fotos sagaces.
Como es hora de un periodismo más oportuno, de investigaciones y análisis, despojado de cifras triunfalistas de planes que no dicen nada a la gente, los profesionales del referido medio de comunicación esgrimieron las enseñanzas de sus prestigiosos colegas y el “apetito” de retos propio de la juventud.
La situación en los hogares de ancianos, el dilema de precios y especuladores, el desorden en la distribución de los cilindros de gas, las trabas para la elaboración de medicamentos naturales y las historias que guarda el Proyecto Sociocultural Quisicuaba, desde el Punto Naranja de Cuba, destacan entre sus lances.
De todos modos, más que de reportajes realizados, el espíritu de la celebración aludió a cuanto queda por hacer, en favor de la credibilidad del sistema de medios públicos cubanos… y de los lectores.
Algunos defendieron su estilo de hacer piruetas con las palabras y virarlas, porque el mundo sigue al revés, como decía Eduardo Galeano, sin dejar por ello de descubrir los gatos donde quieren que vean liebres, en cooperativas, fábricas y empresas.
Insistieron en entrevistar como Daniel Martínez Rodríguez, con sensibilidad y oficio para describir entornos, contextos humanos, dolores e historias incómodas.
Yudaisis Moreno Benítez, la directora del semanario, aludió a 13 años de quijotismos de periodistas y fotógrafos, de darle voz al pueblo y de enaltecer a quienes no se rinden desde el surco, el aula, la fábrica o la consulta.
Miguel Terry Valdespino abordó el papel de la cultura como escudo y espada de la nación; Daniel Suárez Rodríguez insistió en que el periodismo ha de ser aliado de la historia, con un lenguaje capaz de seducir hacia sus aventuras; y Giselle Vichot Castillo alegó que la prensa ha de contribuir a la eliminación de cuantos obstáculos entorpecen la producción de alimentos.
Mientras, José Aníbal Ramos Torrente habló de cuánto entrañan las hazañas y glorias deportivas para los cubanos y la necesidad de pelear en nombre del deporte, del rescate de instalaciones, de medallas y héroes semiolvidados.
Por supuesto, hubo música, brindis, dulces, fotos y la alegría de quienes tienen mucho que celebrar.