Nueva Gerona, 12 mar (ACN) En el anfiteatro Victoria, la Colmenita Pinera hizo historia al conmemorar, con su magia teatral, el centenario del reconocimiento de la soberanía de Cuba sobre Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud.
La velada se centró en un hecho trascendental: el 13 de marzo de 1925, cuando el Senado de Estados Unidos ratificó el Tratado Hay-Quesada, tras 21 años de limbo jurídico, hecho que aseguró de manera definitiva la integridad territorial cubana.
El grupo de teatro infantil transformó una aparente lección tradicional en una clase interactiva y cautivadora.
Vestidos de colores vibrantes y con un entusiasmo contagioso, los jóvenes actores narraron y escenificaron aquel capítulo definitorio de la historia Patria, marcado por la resistencia frente a la Enmienda Platt, impuesta en 1901 como un oneroso apéndice a la Constitución de la República.
Esta puesta en escena fue mucho más que un espectáculo, se convirtió en una herramienta educativa que logró explicar, de manera amena y didáctica, cómo el espíritu de una nación se unió para evitar que una parte de su territorio fuese usurpada.
Con esta actuación, los niños no solo aprendieron sobre un acto diplomático exitoso, sino también sobre el deber de cuidar esta herencia como un legado irrenunciable.
Los aplausos cerrados y las expresiones de admiración confirmaron que la Colmenita había dejado una huella imborrable en los espectadores, en esta parte de Cuba, donde cultura e historia se entrelazan con naturalidad, los actores demostraron que enseñar es un acto de amor y que el arte tiene el poder de conectar generaciones.
Mañana, durante las festividades oficiales del centenario, la lección de esta noche resonará con fuerza: un recordatorio del orgullo de ser cubanos y de preservar la soberanía de Isla de la Juventud, un tesoro que permanece vivo en sus habitantes más jóvenes.