La Habana, 2 ago (ACN) La Técnica del insecto estéril (TIE) es una aplicación de las ciencias nucleares para la prevención y control de enfermedades, expuso en esta capital el Doctor en ciencia René Gato Armas, del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK).
En una explicación a la Agencia Cubana de Noticias sobre la necesidad de su empleo, no solo en Cuba, dijo que es imprescindible contra los factores que favorecen la aparición de enfermedades infecciosas emergentes.
Relacionó entre ellos los cambios demográficos, la expansión de las poblaciones humanas, el movimiento a nuevas áreas rurales, lo que incrementa el contacto con animales y vectores, urbanización insostenible, ciudades superpobladas, servicios de salud insuficientes y el desarrollo económico, el uso indiscriminado de la tierra, la deforestación, la contaminación ambiental y el comportamiento humano.
De acuerdo con Gato Armas, el período de incubación es de 5 a 7 días, con síntomas de fiebre alta, cefalea con fotofobia, mialgias, artralgias y, en algunos casos, exantemas, al igual que vómitos y hemorragias: petequias, epistaxis y sangrado gingival.
Respecto a la evolución, aclaró que es generalmente satisfactoria, la fase más aguda dura cinco días y la infección se resuelve en un lapso de 2 a 3 semanas.
Sin embargo, advirtió que las complicaciones son en situaciones excepcionales, pues el virus del Oropouche (OROV) puede provocar meningitis o encefalitis, y no se disponen de vacunas ni medicamentos antivirales específicos
En consecuencia, el enfoque del tratamiento es paliativo, centrado en aliviar el dolor y la fiebre, rehidratar al paciente y controlar cualquier vómito que pueda presentarse, indicó el especialista del Departamento de Control de Vectores, del IPK, quien dirige la práctica del proyecto científico.
Agregó que la técnica del insecto estéril (TIE) es una estrategia de control biológico de plagas, que consiste en la cría masiva de insectos, separación por sexos, esterilización reproductiva de los machos por radiaciones ionizantes y liberación en el campo, lo que implica la reducción de la población salvaje por disminución de la natalidad.
Enfatizó en el hecho de que el mosquito Aedes aegypti transmite los virus del dengue, chicungunya, Zika y otras enfermedades, por lo que ya existen experiencias de la TIE en La Habana, incluso mediante el empleo de un dron.
Según el experto del IPK, una vez esterilizados, los machos se sueltan al medioambiente en lugares previamente seleccionados y, al aparearse con las hembras silvestres, no producen descendencia, con lo cual interrumpen el ciclo reproductivo.
Sugirió que para lograr resultados efectivos, las liberaciones de insectos estériles deben mantenerse durante un periodo prolongado, en grandes cantidades y en un área lo suficientemente amplia para prevenir que los insectos migren desde otras zonas y restablezcan la población.
A diferencia del control biológico tradicional, la TIE no implica la introducción de especies no autóctonas en el ecosistema, tampoco afecta ninguna otra especie de insecto que no sea aquella para la cual se concibió su aplicación.
No obstante, recalcó que se trata de una herramienta alternativa al empleo de los insecticidas, que continúan siendo, hasta el presente, el método más usado en el control de plagas y vectores.