Camagüey, 30 nov (ACN) Los Talleres Lenin de Camagüey arriban hoy a los 60 años de creados, y se ratifican como plantas insignias de la agroindustria azucarera cubana, al garantizar la reparación de equipos y medios necesarios en esta rama, a pesar de las condiciones difíciles que enfrenta la economía nacional.
La entidad llega a la fecha con el cumplimiento al 94 por ciento del plan de ventas acumulado del año y ha recaudado unos 10 millones 200 mil pesos por concepto de las labores de reparación de motores y sistemas hidráulicos de combinadas cañeras y de otros medios de transporte de varias provincias cubanas.
En los últimos días laboraron para responder a las demandas de las reparaciones de los centrales camagüeyanos previstos a comenzar la producción en los venideros días, y completan las de los demás que intervendrán en la zafra posteriormente, aseguró a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) Guillermo Blas Peña Hernández, director de la institución.
Precisó que hoy prestan atención a elementos puntuales de las industrias, así como a implementos y equipos utilizados en la preparación de tierras para la producción de caña y otros cultivos.
Durante la celebración este lunes de las seis décadas, trabajadores con 20 años y hasta más de 50 laborando en el centro, recibieron reconocimientos, mientras, agasajaron también a Manuel Gil, uno de los fundadores más longevos.
Al mismo tiempo, estimularon el desempeño de Alberto Torrens Sifontes, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, jubilado de ese combinado.
Con más de medio siglo de vinculación a la entidad, Onelio Caballero Murillo se refirió, en declaraciones a la ACN, a los fuertes vínculos que lo unen a ese sitio, donde adquirió la experiencia que hoy transmite a los más jóvenes.
Es muy difícil después de casi toda una vida dedicada al sector quedarme en la casa y no ayudar a encontrar soluciones técnicas que respondan a problemas cotidianos, y así mantener la vitalidad de la rama azucarera, expresó.
Desde que egresó de la escuela tecnológica Manuel Cañete Ramos, de esta ciudad, Carlos Ríos Esquivel llegó a los Talleres Lenin, plantas en las cuales, según afirmó, se ha formado en la disciplina.
Reconocido por sus aportes al quehacer innovador de la unidad empresarial merecedora este año del Sello 8 de Octubre, Ríos Esquivel explicó que las actividades se analizan en colectivo, con el fin de que todos aporten a los resultados.
Como él, los obreros y técnicos camagüeyanos de estos talleres emblemáticos, inaugurados el 30 de noviembre de 1960, continúan empeñados en la búsqueda de alternativas ante las dificultades de la economía mundial, agudizadas por la pandemia de la COVID-19, al servicio de la agroindustria azucarera cubana.
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