La impaciencia de la espera que hace más de dos meses matizó la vida de la familia de Eduardo Brito Pérez, tras su partida a la región de Lombardía, Italia, para enfrentar a la COVID-19, ha terminado, atrás quedan esas dos semanas de cuarentena obligatoria en La Habana y hoy, en el Día de los Padres, la casa está más alegre que nunca.